Alicia Framis nació en Barcelona en 1967, Estudió en la Facultad de Bellas Artes de Sant Jordi de la Universidad de Barcelona y en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts de París, también realizó un Master en el Instituto de Hautes Etudes de París y otro en Rijksakademie Van Beeldende Kunsten de Amsterdam, cabe destacar que en su curriculum consta haber asistido a clases impartidas por el minimalista francés Daniel Buren y el conceptualista estadounidense Dan Graham.
En sus proyectos combina arquitectura, diseño, moda y performance, que se centran en diferentes aspectos de la sociedad urbana contemporánea. Framis a menudo parte de dilemas sociales reales para desarrollar entornos novedosos y propuestas de posibles soluciones. Desarrolla plataformas para la interacción social creativa, a menudo a través de la colaboración interdisciplinar con diferentes artistas y especialistas, pero la faceta más sorprendente es la que se relaciona con el vestuario y la moda.
Alicia es una de las pioneras en la denuncia de la violencia machista desde el arte, entre los años 2002 y 2003 presentó el proyecto “Anti dog”, compuesto por una colección de 23 vestidos diseñados con un tejido especial, el twaron , que tiene la propiedad de ser antibalas, ignífugo y resistente a las agresiones de “perros”. Pidió a diseñadores de la talla de Hussein Chalayan , Chanel , Dior, David Delfín, Jean Paul Gaultier y Jesús del Pozo, que crearan moda para proteger a las mujeres de sus agresores, es decir, ropa especialmente diseñada para combatir la violencia de género. Con la propuesta imaginó que la moda puede ofrecer un producto para resolver el problema que, a día de hoy, supone el mayor número de mujeres asesinadas, y lo son precisamente por los hombres con los que hicieron el proyecto de un futuro en común.
Anti dog (2002)
Pero su compromiso va mucho más allá, en el 2008 utilizó fotos de niños sonrientes que sólo llevaban un collar que decía: Not for sale (No se vende) para crear conciencia sobre la esclavitud infantil en el mundo. Para este trabajo contó con la colaboración de diferentes diseñadores de joyas que aportaron los collares.
En el 2011 realizó su célebre “Screaming Room”(Salón de gritos), una .instalación interactiva consistente en una habitación con forma de cono. La artista creó un espacio aislado con un micrófono donde las personas visitantes pudieron grabar un grito. Un software diseñado especialmente para la acción transformaba el sonido del alarido en un vaso de plástico, utilizando una impresora 3D. La forma de cada vaso correspondió al tipo de chillido emitido, el tono, la duración… en definitiva, un refugio en el cual liberar tensiones y transformar la energía del grito en un objeto físico, que resultó ser único y totalmente personal.
Framis representó a los Países Bajos en el Pabellón Holandés en la 50a Bienal de Venecia (2003) y ha tenido trabajos destacados en la 2a Bienal de Berlín (2001), Performa 09 Nueva York (2009) y Manifesta 2 Luxemburgo (1998). Ha realizado exposiciones en importantes museos de todo el mundo y más recientemente en la sala Alcalá 31 de Madrid.
Su obra está incluida en numerosas colecciones permanentes, incluidas las de la Colección FRAC Lorraine (Francia), el Museo Migros für Gegenwartskunst (Suiza), el Museo Boijmans van Beuningen (Países Bajos), el MUSAC de Castilla y Léon (España), la Colección de Arte Rabo (Países Bajos) , Stedelijk Museum Collection (Países Bajos), entre otros.
Screaming Room (2011)
Alicia Framis también tiene una amplia trayectoria en el mundo docente, ha impartido cursos de arquitectura en la Universidad Tecnológica de Delft, en Artez Institute of the Art, ambas en los Países Bajos y actualmente es directora de un programa de maestría en el Sandberg Institute de Amsterdam.
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