Broncia Pineles, nació en 1863 en el seno de una familia judía de Sanok (actual Polonia) cerca de las fronteras polaca y ucraniana. Su padre, Saul Pineles, era diseñador de fortificaciones militares. Broncia desarrolló un amor por el arte y su padre Saúl hizo todo lo posible para fomentar el amor de su hija por la pintura y el dibujo. En 1870, su familia se trasladó a Viena para poner en marcha una fábrica.
Allí cambiaron el apellido familiar por «Pinell», allí recibió clases de pintura con Alois Delug. En 1885 realizó su primera exposición. Durante los cinco años siguientes estudió en la «Damenakademie» de la Asociación de Artistas de Múnich, para más tarde exponer en la Künstlerhaus de Viena, en Múnich y Leipzig, y en el Pabellón de la Mujer de la Exposición Mundial Colombina celebrada en Chicago, Illinois, en 1893.
Contra los deseos de su familia, contrajo matrimonio con el físico, industrial e intelectual, Hugo Koller, ella era judía y los niños fueron criados como cristianos, aunque Broncia no se convirtió al catolicismo. En sus primeros años, vivieron en Salzburgo y Núremberg, pero regresaron a Viena en 1902.
Sitzende (Marietta) (1907)
Colección Museo Belvedere (Viena)
Una vez instalado en Viena, Broncia participó activamente en los círculos en torno a la Secesión de Viena, que también era conocida como Unión de Artistas Austriacos, o Vereinigung Bildender Künstler Österreichs . Fue formado en 1897 por un grupo de pintores, artistas gráficos, escultores y arquitectos austriacos, entre ellos Josef Hoffman, Koloman Moser, Otto Wagner y Gustav Klimt. Este último fue un gran amigo de Broncia y su marido.
La Secesión de Viena fue un movimiento artístico estrechamente asociado con el Art Nouveau. Los artistas que formaron esta organización se oponían al dominio de la Academia de las Artes oficial de Viena, la Künstlerhaus de Viena y los salones de arte oficiales, con su tradicional orientación hacia el historicismo. Broncia también participó en Wiener Werkstätte, una asociación que reunía a arquitectos, artistas, diseñadores y artesanos que trabajaban en cerámica, moda, platería, muebles y artes gráficas.
Junto a su marido, fue una importante mecenas, tanto su vivienda en Viena y su casa en Oberwaltersdorf sirvió de punto de encuentro para muchos artistas e intelectuales austriacos.
Silvia Koller with Bird Cage (1907)
El camino de Broncia Koller-Pinell para convertirse en una artista respetada fue muy duro por dos razones principales. En primer lugar, era una mujer y, como tal, algunos críticos e incluso algunos de sus “amigos”, la despreciaron, la etiquetaron como “la talentosa esposa de un marido prominente” o como “una pintora ama de casa”. La segunda razón por la que tuvo que luchar, fue por ser una judía próspera, ante el creciente antisemitismo en Austria tras la Primera Guerra Mundial.
Koller-Pinell murió en Oberwaltersdorf en 1934. Su obra se incluyó en la exposición de 2019 Ciudad de mujeres: artistas femeninas en Viena de 1900 a 1938 en la Galería Belvedere de Viena y en 2024, su obra fue objeto de una exposición antológica, en el mismo museo vienés, en ella no solo se presentaron sus principales obras, sino que también se profundizó en la red de la pintora y en sus actividades de promotora del arte.
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