Lotte Laserstein c. 1927Lotte Laserstein nace en Prusia Oriental, actualmente Pasłęk (Polonia) en 1898.

La joven, teniendo clara su vocación, se matriculó en 1919 en la Academia de Arte de Berlín perteneciendo a la primera generación de mujeres aceptadas en la prestigiosa Academia, que en 1925 la premiaría con la medalla de oro. Cinco años más tarde, en una galería de la capital expone su obra y las críticas son notablemente elogiosas.

Autorretrato (1927)

Estos años en Berlín que coinciden con la apertura democrática y el dinamismo y libertad propios de la República de Weimar, Laserstein trabaja con intensidad y dirige su obra hacia el tema del retrato.  Sus imágenes de mujeres acostumbran a ser -como ella misma- tipos andróginos, con el pelo a lo chico y representantes de la conocida como New Woman.

La frecuencia con la que retrató a Traute, así como su íntima amistad, ha dado lugar a preguntarse sobre su tipo de relación con ella y con otras mujeres, pero este interrogante no tiene respuesta concluyente. Sin embargo, la incógnita sobre su elección sexual la ha perseguido siempre.

Tarde sobre Potsdam (1930)Lotte Laserstein Tarde sobre Potsdam

Lotte Laserstein era de familia judía y sus grandes creaciones se sitúan alrededor de los años treinta, mientras vivió en Berlín. Sin embargo, como corolario del triunfo del nacionalsocialismo, en 1933 se vio apartada del mundo del arte, viéndose obligada a ejecutar pequeños e insignificantes trabajos, hasta que en 1937 huye a Suecia, donde morirá. En su exilio, su obra perderá la fuerza y vigor que había exhibido en el vibrante Berlín de los años de entreguerras.

Lotte Laserstein, Morning Toilette, 1930

Respecto a sus representaciones de mujeres, si tomamos por ejemplo, Toilette matinal, 1930, un desnudo de Traute, un tema tradicional en la pintura, casi siempre realizado por artistas hombres con finalidades eróticas, observaremos que esta vertiente está completamente ausente de la obra, que muestra un cuerpo vigoroso, de piernas atléticas y pechos casi planos, lejos de toda idealización. La misma modelo andrógina y corpulenta es la que yace mientras la pinta Lotte en un autorretrato como artista en la que su aspecto es acusadamente viril: En mi estudio, 1928.

Toilette matinal (1930)

Suecia, un país en aquella época de religión oficial luterana, con una sociedad muy conservadora le pedía otro lenguaje. Laserstein siguió pintando retratos de mujeres.

NOTA IMPORTANTE: Extractado del artículo “Las mujeres de Lotte Laserstein” de Erika Bornay para Blanco, Negro y Magenta – La Revista nº16