Macarena Andrea Yañez Rojas, conocida también por su nombre artístico Macay, nació en 1982 en Santiago (Chile) y pertenece a esa joven generación de artistas que no conoce fronteras. Tras finalizar Bellas Artes en su Chile natal, viajó a Estados Unidos y Canadá, donde entró en contacto con el mundo el street art, una disciplina principalmente representada por hombres.
Completó su formación en Europa con un master en la Central Saint Martins de Londres, su base de operaciones desde donde ha realizado proyectos en Francia, España y Alemania. Macay formó parte de un intercambio artístico, el cual tomó forma de residencia y que le permitió desarrollar su arte en las calles francesas durante el 2013.
La chilena ha desarrollado una técnica personal que aplica tanto a los murales de arte callejero como a sus cuadros expuestos en galerías. Sobre fondos previamente pintados, recorta y pega imágenes seleccionadas. Sus collages, algunos de ellos textiles, están impregnados de un aire vintage y mágico, donde la mujer, a modo de reivindicación feminista, es la principal protagonista.
Su obra principal son los murales callejeros e intervenciones a gran escalas. Compone escenas fantásticas, yuxtaponiendo recurrentemente imágenes de personajes de estética retro con aves, flores y otros elementos de la naturaleza. Estas composiciones pasan a formar parte del paisaje urbano cotidiano y buscan conectar al hombre con el ecosistema.
Ciudad del diseño, St Etienne, Francia (2015)
Sus últimos trabajos están influenciados por las experiencias culturales de sus viajes. Su estancia en St Etienne, patrocinada por el Instituto Francés de Barcelona se refleja en su obra mediante una iconografía de canciones, viajes, distancia y tiempo, impregnado todo ello por la música electrónica y su atracción por las lenguas extranjeras.
Mi estancia de 3 meses en St Etienne ha sido increíble. He experimentado una sensación de libertad que nunca antes había tenido. He podido utilizar todo mi tiempo, pegando y buscando libros antiguos en los mercadillos locales, donde he encontrado un fascinante banco de imágenes.
Su exposición, que llevó por título “11.677,595 Km”, se inició en la calle, a modo de bienvenida, dos enormes murales de seis y ocho metros de largo por dos y medio de alto, custodiaban la entrada a la sala, que daba cabida a una serie compuesta por 14 piezas de paisajes suizos intervenidos, además de obras sobre lienzo en distintos formatos, serigrafías y textiles, todo el conjunto completaba la muestra de esta singular artista.
Su obra ha sido expuesta en diversas ciudades del mundo como San Francisco, Taipéi, Londres y París.
Macay vive actualmente entre Santiago y Londres, trabajando con imágenes recortadas y listas para pegar, así como botellas de pisco, apreciada aguardiente nacional.
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