Elena Andreevna Kiseleva nació en 1878 en Vorónezh (Rusia). Perteneció a la familia del matemático Andrei Petrovich Kiselev. Esta familia era conocida por ser progresista y muy famosa en la ciudad. Su madre María Eduardovna, se dedicaba a criar a sus tres hijos. La pareja abrió una escuela para los niños más pobres en su propia finca de Otrádnoye, que después de la revolución se convertiría en un orfanato. A partir de 1922 la familia vivió en Leningrado.
Autorretrato (1910)
Elena Andreevna Kiseleva recibió clases privadas de dibujo, más tarde estudió en la escuela de dibujo de la ciudad bajo la instrucción de Lev Soloviev. Después en la escuela secundaria de mujeres de Mariinskaya y consiguió graduarse con una medalla de oro, para así ingresar a los cursos de Bestuzhev en San Petersburgo.
Al ser hija de un matemático decidió estudiar en la facultad de matemáticas pero sabía que no estaba destinada a ser profesora y en 1898 decidió dedicarse al mundo artístico y estudió en la Escuela Superior de Arte de la Academia de las Artes.
Marusya (1913)
En 1903 Elena Andreevna Kiseleva viajó a París para absorber las nuevas tendencias que en su país no aceptaban. Ingresó en la Escuela de Arte del pintor Eugène Carrière y en 1907 se graduó en la Academia de Artes y recibió el diploma por su obra “Novias el día de la Trinidad”.
Fue la primera mujer en graduarse en la Academia de Artes y en recibir la beca de la Academia. Vivió y trabajó por Europa, además participó en varias exposiciones como la nueva sociedad y la unión de artistas rusos, también en exposiciones internacionales en Múnich en 1909 y en Roma en 1911. En 1909 en la exposición de primavera recibió el premio Al Kuindzhi.
Elena Kiseleva no tuvo un punto de apoyo por parte de su familia, ni por parte de su primer marido Nikolai Perevertanny (descrito como una persona perezosa y narcisista). Este malestar se vio reflejado en la mirada triste y desolada en algunas de sus protagonistas.
Estaba enamorada del retrato femenino, posicionando a la mujer en el centro de un todo: “Es increíble, siempre me ha fascinado el retrato de la mujer. Cuando conocí a una mujer hermosa, solo quería pintarla”, “Siempre me ha gustado pintar mujeres magníficas e interesantes”.
En 1917 la artista se trasladó a Odesa, en la ciudad conoció a su segundo marido Antón Bilimovich, profesor de mecánica y rector de la Universidad de Novorossiysk. Antón fue el compañero de su vida aunque tampoco supo encontrar un punto de apoyo en él.
Al sentirse tan sola y abatida, su pasión por el arte fue perdiendo fuerza. Abandonó la creatividad, ya no exponía, ni pintaba, pasó del éxito al más profundo olvido. La inmigración se convirtió en una de las ambiciones de la artista y en 1920 se trasladó al reino de los serbios, croatas y eslovenos, es decir, la futura Yugoslavia.
Retrato de una dama (Retrato de Lyubov Brodskaya) (1916)
En 1970 falleció su esposo, los siguientes años los pasó sola, práctico el voto de silencio y dedicó su tiempo a las flores y su jardín. En 1942 cuando el territorio estaba ocupado por los alemanes, Arseny junto a su esposa acabaron en un campo de concentración. En 1944 tras la libración, su hijo se encontraba bastante enfermo y al poco tiempo murió. Su última obra fue el retrato de su hijo en su lecho de muerte.
Elena Andreevna Kiseleva murió en 1974 cuando contaba 95 años. En vida había donado la mayoría de sus pinturas al Museo de Bellas Artes de Vorónezh, la ciudad donde nació. Entidad que organizó varias exposiciones retrospectivas de la artista en los últimos treinta años (1974, 1980, 2008). En 2017 se celebró la primera exposición individual en el Museo de Impresionismo Ruso de Moscú.
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