Nació en El Salvador en 1975. Posee una gran formación ya que estudió Humanidades, Danza Contemporánea y Artes Plásticas en la Universidad de Las Américas Puebla (México), así como en la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié. También estudió Psicología Transpersonal y Lenguaje Psicocorporal en Universidad Dr. José Matías Delgado de El Salvador. De todos sus estudios eligió el desarrollo por todas las formas de artes plásticas, por las instalaciones y por el teatro, sin olvidar la pedagogía.

Pero el trabajo fundamental de Miranda se desarrolla en Las Performances, que dice vivir como una necesidad, como algo que le obliga a vivir al límite de sus capacidades físicas, morales, estéticas y éticas. Como un fin en sí mismo capaz de intervenir en el contexto cotidiano de otro para convertirse en un discurso político que transgrede, como puede apreciarse en su Performace del 2009 “Reflexiones sobre fragmentos de un discurso amoroso”. Se ha caracterizado por explorar lenguajes efímeros y procesos reflexivos entorno a la manera de hacer y percibir la obra de arte. Utiliza el cuerpo como lenguaje simbólico de comunicación, así como la imagen audiovisual y la poesía como recursos formales y experimentales. Su obra matérica también profundiza en lo doméstico y cotidiano, en el cuestionamiento del día a día y en encontrar lo extraordinario dentro de los espacios habitados y en las relaciones con el otro o “lo otro” que nos rodea.

“Yo soy mi propio soporte y formato de composición, experimentación  y expresión; esa reflexión es para mí una sensación de validez de la vida, maravillosa!  también el hecho de interactuar con el espectador en el juego de la acción y  como  espejo, cómplice y testigo de la obra de performace, eso genera fuertes vínculos con el otro, pues se comparte una experiencia  verdadera, un ritual, una transformación humana…”

No necesitamos más papeles (2012)

En la Performance “No necesitamos más papeles” que formó parte de la Miami Performance International del 2012 la salvadoreña denunció la violación continua de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. También surge como una ironía o denuncia hacia el sistema burocrático de tratados inservibles acumulados en los archivos nacionales e internacionales, tratados únicamente justificables por ocupar parte la memoria de labores de los funcionarios de las grandes  instituciones mundiales, por ocupar parte cuantitativa del presupuesto anual, y definitivamente ocupar el espacio físico de edificios y oficinas recién inauguradas, consumiendo gran cantidad de recursos como: electricidad, aire acondicionado, personal administrativo, papel, tinta…

Reflexiones sobre fragmentos de un discurso amoroso (2009-2010)
En la anteriormente citada «Reflexiones sobre fragmentos de un discurso amoroso» Miranda pretende evidenciar por medio del desequilibrio la relación desigual que existe entre 2 seres humanos, de diferente grosor, altura, nacionalidad, sexo, apariencia y manera de ser, utilizando el cuerpo de la artista como herramienta de peso a los caprichos de la gravedad, instalado sobre un elemento de juego que denote la vulnerabilidad y responsabilidad que un cuerpo adquiere al sostener en equilibrio a otro cuerpo amarrado a un columpio (sube y baja).

Sus obras han sido expuestas en varios países del continente americano y Europa; además la artista ha sido seleccionada en la IV Bienal Interamericana de Videoarte del BID  de Washington del 2008), en el Instituto Italo-Latino Americano de Roma en el 2009 y ese mismo año en el Festival Internacional de Cine de Santa Fé en Bogotá, con itinerancia por 22 países. Ha recibido varias distinciones y creó en el 2009 la Primera Convocatoria Nacional de Arte de Acción El Salvador.

Actualmente, Alexia imparte clases en la Fundación Teletón pro Rehabilitación (FUNTER), institución que se encarga de la rehabilitación física en El Salvador, donde está en contacto con la educación de jóvenes.