Zehra Dogan nació en 1989 en Diyarbak (Turquía). Se graduó en el Programa de Bellas Artes de la Dicle University y se convirtió en una de las fundadoras de la primera agencia de noticias para mujeres de Turquía, JINHA. Trabajó para JINHA desde 2010 hasta 2016, cuando fue clausurado por decreto del gobierno bajo el estado de emergencia.
Durante esos años, recibió numerosos premios, incluido el Premio de Periodismo Metin Göktepe, uno de los más prestigiosos de Turquía. Durante la guerra de Irak, informó desde ambos países y fue una de las primeras periodistas en hablar con mujeres ezidi liberadas de la esclavitud de ISIS en el norte de Irak.
Tras comenzar los enfrentamientos entre el ejército turco y el PKK, Zehra siguió informando desde ciudades en las que estaba impuesto el toque de queda como Cizre y Nusaybin.
Detenida en julio de 2016 en Mardin, un día después de dejar Nusaybin fue puesta en prisión preventiva durante 5 meses y después en libertad bajo control judicial en su primera audiencia judicial en diciembre de 2016. Al finalizar el juicio en marzo de 2017, fue condenada a 2 años, 9 meses y 22 días por “propaganda terrorista” debido a su cobertura de noticias y a realizar una pintura.
Realizó un cuadro sobre la guerra, la obra hacía referencia a una noticia que había publicado sobre un niño afectado por los enfrentamientos en Turquía.
La destrucción de Nusaybin (2016)
Debido al arresto domiciliario y la amplia censura de los medios turcos en las noticias provenientes de Nusaybin, decidió centrarse en la pintura y trató de retratar la situación observando los enfrentamientos desde sus ventanas y escuchando los disparos.
Dibujó en su teléfono móvil y comenzó a compartir sus pinturas en las redes sociales, que resultaron mucho más influyentes, por este medio sus obras circularon amplia y rápidamente.
El tribunal superior confirmó la sentencia en julio de 2017 y fue enviada definitivamente a prisión. Un año más tarde el estado turco determinó la expulsión forzosa de Zehra Doğan, fue enviada a la siniestra prisión de Tarso donde cumplió la condena.
Obra del periodo clandestino (s/f)
Zehra Dogan puede ser considerada como la única artista del mundo encarcelada por sus pinturas. Entre las numerosas muestras de solidaridad y empatía que recibió la artista, destacó la realizada por el peculiar artista urbano Banksy que en Marzo del 2018 pintó un mural en la ciudad de Nueva York.
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