Nació en Segovia en 1954, afincada desde su juventud en València se doctoró en Bellas Artes en las antiguas aulas de la facultad de la Universidad Politécnica de Valencia que se ubicaban, en el actual Centre del Carme.
Trabajadora meticulosa, en continua investigación y experimentación, construye primeramente su obra en óleo sobre papel o lienzo para, después, deconstruirla fragmentando la obra en innumerables trozos de medidas desiguales que vuelve a emplear de nuevo, expandiéndolos sobre diferentes soportes, en un collage que aplica con minuciosidad y pulcritud a obras de diferentes formatos. De esta forma, logra un armónico juego compositivo que identifica una poética muy personal, de enorme energía creativa y sensibilidad.
Fuencisla realiza un proceso creativo inverso en sus obras: una vez pintadas las desmenuza, y con esos fragmentos construye una nueva. El resultado es un collage que proviene de esta creatividad destruida.
Para crear, la segoviana necesita destruir. Es en esta ambivalencia del proceso creativo donde está buena parte de su energía, y lo que quizá seduce más. Estas obras destruidas y reconstruidas se presentan como un estallido, como una imagen calidoscópica, como algo en expansión.
Vista de la exposición «Punto de fuga»
en La Lonja de Alicante (2021)
Parecen un cosmos, unos instantes después del big bang, cuando todo nace de la nada, con una magia cautivadora. Pero otra visión descubre la naturaleza: los árboles, las hojas, una visión idílica del bosque-jardín, un reposo seráfico, de atardecer, de quietud vespertina.
Algunos críticos asocian su obra al expresionismo norteamericano, especialmente a las creaciones geométricas de De Kooning, y es muy cierto que Fuencisla tiene esta energía, esta fuerza del creador neozelandés.
Resonancias (2004)
De su exposición en 2020 en el Centre del Carme Cultura Contemporània destaca la materia, que trasciende los límites del lienzo para expandirse por el espacio, las obras dialogancon el espacio vacío y con la propia fisionomía del lugar. “Supercuerdas” 2009 – 2010 está formada por móviles de madera como una cascada rompiendo contra un lecho de lienzo, “Papel”, 2017 – 2018, y la estremecedora “Resonancias”, 2004 – 2007: un cubículo oscuro con miles de trozos de tela tratados con pintura luminosa que reaccionan brillando a la luz negra mientras suena un bordón de voces, compuesto por Fátima Miranda, que consigue trasladar al visitante a algún lugar arcano, casi místico y profundamente conmovedor.
Francés forma parte del panorama artístico valenciano desde el último tercio del siglo pasado. Cinco décadas de producción artística con casi sesenta exposiciones individuales, más de un centenar de participaciones en colectivas y obra en diversas colecciones artísticas.
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