Nació en San Fernando (Filipinas) en 1976, Ronquillo se mudó con su familia a San Antonio, Texas (Estados Unidos) cuando tenía 11 años. Al encontrarse sin amigos en un nuevo país, Ronquillo buscó refugio en las bibliotecas locales. El suministro interminable de libros abrió lugares y personajes imaginarios a los que se escapó.
Estudiando las páginas de la historia del arte e imitando a los maestros, Ronquillo aprendió sola a dibujar y luego a pintar. Usando planos y bloques de color, comenzó a formular el lenguaje simbólico que usa hoy. Rostros redondos con ojos en forma de media luna y miradas fijas aparecieron sosteniendo tazones de frutas y flores.
A lo largo de los años, su técnica se hizo más estricta y sus elecciones de color se hicieron más ricas. Los símbolos de Ronquillo han evolucionado de lo pasivo a lo activo, invitando a nuestra curiosidad y estimulando nuestra imaginación.
Al principio, las flores pintadas en un estilo popular aparecían como ofrendas para el espectador. Sin embargo, en pinturas recientes aparecen más como una posesión. Las alas que alguna vez adornaron inocentemente a sus personajes ahora descansan sobre hombros tímidos y confiados.
Homecoming (2018)
Sus imágenes son de inspiración clásica evocan un mundo de serenidad y encanto. Son personajes misteriosos, a menudo en contraste con paisajes pastorales e idílicos, que están acentuadas con un sentido subyacente de drama y alegría. Estas pequeñas obras íntimas invitan a un respiro del ritmo frenético de la vida moderna.
Cabe resaltar que Fátima es una pintora intuitiva que trabaja desde un lenguaje visual y una imaginación profundamente personal. Cada pintura es una historia en desarrollo de significados en capas que cobran vida a través de múltiples capas de pintura. Sus superficies pintadas brillan con finas y delicadas veladuras sobre gruesos empastes y pinceladas dispersas de colores semitransparentes.
Arcángel con Nile Monitor Lizard (2019)
Pinta al estilo de las tradiciones clásicas europeas junto con un realismo mágico arraigado en la imaginería popular. La suya es una voz auténtica que resuena desde un mundo interior donde la historia del arte se encuentra con la nostalgia y los personajes imaginarios de la literatura, el teatro y la ópera.
Actualmente reside y mantiene un estudio en Santa Fe, Nuevo México con su esposo y West Highland Terrier. Su trabajo está incluido en colecciones privadas en América del Norte y Europa.
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