María Cecilia Cardarelly Bousquet, más conocida como María Cardarelly, nació en Zaragoza en 1845. Perteneció a una familia de tintoreros franceses formada por Mariana Bousquet y Agustín Cardarelly que llegó a Galicia hacia 1851 y estuvieron un tiempo establecidos en Lugo.
Se sabe que los Cardarelly ejercían la profesión de manera ambulante, por lo que también se les ubicó en Orense y Santiago de Compostela, esta última ciudad fue donde se afincaron finalmente hacia 1854, cuando Cardarelly tenía 9 años.
Cardarelly creció en un ambiente propio de la pequeña burguesía de industriales extranjeros asentados en la ciudad, en lo que eran comunes los encuentros y relaciones entre ellos, así como con algunos de los intelectuales liberales de la época, con quienes compartían inquietudes. Estos contactos explicarían su relación con la poetisa Rosalía de Castro y el escritor Manuel Murguía, así como con otros fotógrafos contemporáneos de ideología similar.
Las razones que llevaron a Cardarelly a la fotografía no están claras, al parecer, no existía una tradición familiar. Se cree que trabajar como retocadora y pintora de telones de fondo en uno de los estudios fotográficos locales, le pudo haber ayudado a formarse en fotografía. Una teoría afirma que algunos de sus familiares paternos se establecieron en aquella época como fotógrafos en París, lo que pudo tener alguna influencia en ella.
Por otro lado, se ha constatado una relación entre Cardarelly y el fotógrafo noyés Eliseo Segond, quien además es el autor de la única foto conocida de Cardarelly. En 1864, cuando Cardarelly tenía 19 años, empezó a trabajar como fotógrafa de estudio en la casa de su familia, negocio que mantuvo durante tres años, antes de abandonar la profesión y no volver a ejercer como fotógrafa.
Retrato de Teresa Lamas Rey (1864)
A María se le reconoce ser la primera retratista de Rosalía de Castro, por dos de sus fotografías, una que pertenecía a la colección de imágenes familiares que Gala Martínez-Murguía de Castro donó a la Real Academia Gallega, y la otra fue un descubrimiento realizado en 2013. Ambas fueron tomadas alrededor de 1865, en la misma sesión de fotos y están firmadas con el sello de su estudio. Pero estas no fueron las únicas imágenes que tomó a la familia Murguía-de Castro. En 2017 se descubrió que otra de las fotografías donadas correspondía a un retrato de la primera hija de Castro, Alejandra.
Lo que distinguió a Cardarelly del resto de fotógrafas coetáneas fue que, la mayoría de estas mujeres ejercieron la fotografía como asociadas o meras colaboradoras de sus maridos o padres.
Retrato de Rosalía de Castro (1863)
En 1866, la familia dejó Santiago y se estableció en Ferrol, pero una enfermedad provocó la muerte de su padre apenas un año después. Pasados dos meses, se casó con el pintor madrileño Juan Velasco, con quien tuvo una hija, Matilde Dolores.
María Cardarelly es actualmente reconocida como una de las primeras mujeres en tener estudio fotográfico propio en España y la primera en Galicia.
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