Nació en Cambridge (Reino Unido) en 1970, estudió en la Glasgow School of Art entre 1988 y1992, completó su formación becada durante seis meses para la Universidad de Cincinnati, durante su estancia en Estados Unidos, Saville recuerda haber visto a muchas mujeres con sobrepeso, por lo que creció su interés por la representación del cuerpo como tema a representar, esos estudios centraron su interés en las «imperfecciones» de la carne, con todas sus implicaciones sociales y tabúes.
Acabó su formación en la Slade School Of Fine Art en el curso 1992-1993. Un año más tarde Saville trabajó con un cirujano plástico de la ciudad de Nueva York. Estudiar la reconstrucción de la carne humana fue un descubrimiento sobre la percepción del cuerpo, su capacidad de recuperación y su fragilidad. El tiempo pasado junto al cirujano le impulsó al análisis de las formas aparentemente infinitas en que la carne se transforma y desfigura. Estudió las patologías médicas; cadáveres en la morgue y animales. Estudió la escultura clásica y renacentista; y observó con atención la representación de parejas entrelazadas, madres con sus hijos y cuerpos que desafiaban las dicotomías de género.
Al finalizar sus estudios, su obra interesó al coleccionista Charles Saatchi, quien compró su producción completa de los siguientes dos años.
Formó parte del grupo Young British Artists (YBAs), junto a Damien Hirst y Sarah Lucas, el grupo de pintores y escultores que llegaron a la fama a finales de los 80 y principios de los 90, que revitalizó la pintura figurativa contemporánea al desafiar los límites del género y plantear preguntas sobre la percepción que la sociedad tiene de la cultura.
Saville ha desarrollado su carrera dentro de la tradicional técnica de la pintura al óleo, en un estilo figurativo heredero de la Nueva figuración de los años 1950 y 1960.
Branded (Marcada) 1990
Desde su debut en 1992, su temática se ha centrado en el cuerpo de la mujer, en pinturas a gran escala, con figuras vistas desde perspectivas poco usuales, donde los cuerpos semejan montañas de carne que parecen llenar todo el espacio, con predilección por mostrar las zonas genitales, o por imperfecciones y heridas de la piel, con colores brillantes, intensos, dispuestos por manchas, predominando los tonos rojos y marrones. Son figuras grotescas que constantemente provocan comparaciones con la obra de Lucian Freud, pero su tributo va mucho más allá, en ella se percibe su profunda admiración por la pintura del cuerpo en la historia del arte, desde los clásicos renacentistas, pasando por Rembrand, Velázquez… hasta Picasso.
«Pinto carne porque soy humana»
Entre sus obras más conocidas, se encuentra el autorretrato a gran escala “Branded” de 1990, en el que la artista distorsiona su propio torso y sus pechos, haciendo que ambas partes del cuerpo sean pendulares e imponentes.
Propped (Apoyada)
obra vendida por 10,8 millones. SOTHEBY’S en el 2018
Generalmente pinta cuerpos obesos que retratan mujeres reales de hoy día, sin ningún tipo de idealización, sin buscar la belleza, sólo la veracidad, realizando —como ella misma denomina— “paisajes del cuerpo”. Expresa a través del cuerpo estados de sensibilidad que nos vinculan a nuestra propia existencia; carnalidad incómoda, angustiosa, dolorosa… Esa carnalidad en lo figurativo define su lenguaje artístico con una técnica pictórica tradicional
En octubre de 2018 la casa de subasta Sotheby’s vendió su obra “Propped” por 10.800.000 euros, el precio más alto jamás pagado (en subasta) por una artista viva. Actualmente vive y trabaja entre Londres y Palermo.
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