Marietta Robusti “La Tintoretta” nació en Venecia (Italia) en 1556, aunque algunas fuentes marcan como fecha de su nacimiento el año 1560. Fue hija ilegítima del pintor Tintoretto, uno de los grandes maestros de la escuela veneciana.
Autorretrato (1580) detalle. Galería de los Uffizi Florencia
Para que pudiera acompañar a su padre y recibir una formación más completa, Marietta se tenía que vestir de varón. De su padre aprendió su técnica pictórica hasta el punto en que llegó a ser imposible diferenciar entre los trabajos de ambos. Marietta ejemplificó el ideal humanista de femineidad de aquel tiempo, ya que fue bien educada y se le permitió desarrollar sus habilidades para el arte y la música. Practicó también canto, laúd y clavecín bajo la instrucción del napolitano Giulio Zacchino y se cuenta que solía cantar para su padre mientras este pintaba.
Marietta trabajó en el taller familiar durante quince años; al tiempo que lo ayudaba en sus obras y enseñaba pintura, recibía encargos de retratos de la aristocracia veneciana, logrando gran éxito. Su primer retrato, según la gran documentalista, escritora, historiadora y poetisa estadounidense Elizabeth Fries Ellet, ya con el de Marco del Vescovi algunos críticos se aventuraron a decir que había igualado al gran Jacopo Tintoretto. Víctima de su época, Marietta nunca recibió encargos públicos que le permitieran demostrar su valía como artista. Muy pocas obras pueden serle atribuidas con seguridad, tal vez sólo el Autorretrato conservado en los Uffizi. En el Museo del Prado se conserva un retrato de dama.
El Emperador Maximiliano quedó muy impresionado por el gran parecido logrado en un retrato de su anticuario Jacopo Strada y la invitó a ser pintora de su corte. También fue invitada por Felipe II de España y el Archiduque Ferdinando, pero, ante la insistencia de su padre, Marietta rechazó todas las ofertas que le alejaran de Venecia y la casa de su familia.
Retrato de Ottavio Strada (1567-68) Stedelijkmuseum, Ámsterdam
El apego paterno sólo permitió que se casara cuando Mario Augusta, un acaudalado orfebre y joyero local, accedió a vivir en la misma casa. Marietta murió de a la edad de treinta años, dejando a su padre en un profundo pesar del que, según dicen, no pudo recuperarse. Cuenta la tradición que Jacopo la retrató cuando yacía muerta en su lecho. Sus restos fueron depositados en el panteón familiar de la iglesia de Santa Maria dell’Orto rodeada por varias pinturas del Tintoretto, quien la acompañó cuatro años después, cuando unas fiebres terminaron con su vida.
Lamentablemente ha ocurrido con muchas mujeres artistas, las obras de Marietta no han perdurado, se han perdido o han sido confundidas y dudosamente atribuidas a la producción de Jacopo Robusti. En el año 1920 fue descubierta la característica “M” de su firma en el famoso cuadro “Retrato de un Anciano con un Niño”, que había sido atribuido anteriormente a Tintoretto.
Retrato de una dama (sin fecha) Museo del Prado, Madrid
También se considera probable la intervención de Marietta junto a su padre en obras como «El milagro de santa Inés», en la iglesia de la Madonna dell’Orto de Venecia, donde se encuentra el mismo tipo de cabezas que aparecen en dos representaciones de la Virgen, una en el Museo de Cleveland y otra en el Museo de Detroit. La misma mano se identifica en dos obras más, atribuidas a Tintoretto: el «Bautismo» (Murano) y la «Virgen en gloria con dos santos y dos dux» (Gallerie dell’Accademia, Venecia)
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