Gloria Torner nació en Arija (Burgos) en 1934. Tras quedar huérfana de padre durante la guerra civil, ella y su madre se trasladaron a Santander. La madre ejerció su profesión de maestra en diversos pueblos.

En 1959 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, siendo alumna de Josep Manaut Viglietti, discípulo de Joaquín Sorolla, acabando sus estudios en 1966, posteriormente obtuvo la Beca de la Diputación de Santander.

El estilo de su obra comienza siendo academista para ir avanzando hacia un estilo cubista utilizando la técnica de la veladura. Su pintura refleja en numerosas ocasiones el mar, los barcos, peces, pájaros y bodegones, obras de colorido amable y atmósfera densa. Además de pintura, ha realizado obras murales y ha trabajado la cerámica.

Aborda sus planteamientos temáticos, el paisaje, el bodegón o ambos, desde una solución geométrica, tamizada por el flujo de una materia pictórica sobria y velada. Posteriormente, logra atmósferas donde instala protagonistas fósiles, barcos y pocas veces figuras frágiles que en ocasiones se agrandan mandando en el espacio. En ventanas al infinito, espacios para el pensamiento, las texturas acaparan fondo y forma, evolucionan en una metamorfosis del paisaje, que abandona la figuración inicial, cosmobahías donde se configuran un universo simbólico, paisaje de mar personal que tiende a lo conceptual.

Gaviota y Caracola (2015)

Muy conectada desde los principios con la música y la literatura; ya en los 70 Gerardo Diego la dedica” Balcón de Miranda” y Pepe Hierro “Fábula sobre la bahía de Santander”. En el 75 Caffarena presentó en Madrid la publicación “Gloria Torner en la voz de los poetas”, que incluye el Homenaje de Jorge Guillén “Cantilena” de Regino Saiz de la Maza hasta 25 poemas desde la Generación del 27, a los novísimos como M. R. Barnatan y otros. José Hierro, en 1975, describe así su trabajo: «En el fondo, lo que ocurre es que Gloria Torner es una pintora fauve sobre cuyos cuadros ha caído la niebla, los colores han perdido su condición salvaje al sumergirse en la atmósfera plateada, como de anís y agua, toda su tarea consiste en convertir la realidad en recuerdo, en melancolía».

Hasta tal punto de importancia llegó su obra y la consagración de ésta con la Bahía de Santander que tanto retrató en estas décadas, que las personas expertas y críticas de arte la llamaron «La bahía de Gloria Torner».

Es considerada clave en la historia de Cantabria y de España a finales del siglo XX y principios del XXI, en una época en la que luchó por ser artista a pesar de las dificultades encontradas por ser mujer.

Bahía con limón y concha (2014)

El 23 de febrero de 2019 recibió, de manos de Miguel Ángel Revilla la Medalla de Plata de la Ciudad de Santander en reconocimiento a la calidad de su trabajo, lo que le ha llevado a ser conocida como una de las pintoras con mayor proyección nacional e internacional que ha dado el arte cántabro en el último medio siglo.​

Destacan sus exposiciones individuales en Connecticut Gallery, Washington (1995), Lycée Octave Feuillet, París (1996), Sala Luz Norte, Santander (1999) y Museo de Bellas Artes de Santander (2000).

https://es.wikipedia.org/wiki/Gloria_Torner

http://galeriaespiral.es/artistas/gloria-torner/biografia/