Nacida en Santiago de Compostela (A Coruña) en 1978, es licenciada en Bellas Artes en 2008 por la Universidad de Vigo. Mientras realiza sus estudios de Bellas Artes, solicita una bolsa SICUE/Séneca para poder continuar su formación con Bartolomé Ferrando en la Facultad de Bellas Artes de la UPV, quien resulta ser una influencia definitiva en su trayectoria. Así mismo ha formado parte del grupo de investigación Resistencia en la Universidad de Vigo entre 2008 y 2011, siendo de nuevo becada por el SUG para realizar estudios de Tercer Ciclo entre 2009 y 2010.

Fotografía: Susi Gesto

Ana Gesto destaca por la versatilidad de su obra, en continua construcción, fusionando toda una serie de lenguajes artísticos que transitan entre la performance y el medio audiovisual. Su poliédrica producción acusa también una fuerte tendencia hacia el lenguaje escultórico y la experimentación acústica como medios para reafirmar una identidad cultural fuertemente enraizada en su Galicia natal.

Ha impartido talleres de arte de acción y artes visuales en varias galerías, museos y escuelas, y ha sido invitada a realizar performances en eventos de Arte de Acción tanto en el territorio nacional como en el extranjero. Al tiempo, lleva una más de una década participando en exposiciones individuales y colectivas a nivel nacional e internacional.

El imaginario estético de Ana Gesto está dotado de una gran sensibilidad y simbolismo, con un fuerte carácter reflexivo que facilita la creación de ambientes que se tornan evocadores, oníricos, inquietantes y/o emocionantes cargados de presencia y también de ausencias. Ejemplo de ello en el campo de la fotografía, son foto-acciones como DO DE PEITO en Bárdenas, Radiofonías, Sírvanse, A Corva, Cualquier tiempo pasado fue mejor o Equis.

Como rasgo definitorio que ha acompañado a su obra a lo largo de esta década debemos destacar un fuerte sentido del instinto. Su universo personal, tan íntimo como solemne, nos apela a experimentar con lo efímero mediante una fecunda producción artística que se transforma en un cálido reflejo de un proceso vital, presente, abierto, agridulce e irrepetible. Es el propio medio performático una vía para la acción a través de formas mutables en el tiempo y el espacio, de una corporeidad subversiva, híbrida, revuelta… en ocasiones simbólica, en ocasiones identitaria. Siempre valiente.

Intervalos Variables.
Line Up Acción, Coimbra-Potugal 2011
Acción!MAD11 VIII Encuentro Internacional de Arte de Acción, Madrid 2011. Fem Corpología 2012, Girona 2012
Coleção B., Igreja de São Vicente de Évora, Portugal 2012.
Las dinámicas sonoras que nos presenta en sus performances y sus videos atesoran matices muy diversos, sinestésicos o multisensoriales, donde la armonía y la disonancia encuentran un lugar común como metáfora de los procesos vitales. Por otro lado, el carácter matérico de sus obras a veces se torna escultórico en creaciones como Xoves de Comadres o 16 gaiteiros. La instalación de O censor, recientemente realizada para la exposición “Camiños Incertos” de la Fundación Camilo José Cela, o la relación escultural de su propio cuerpo con el vestido de platos de Gesto e Sombra son una clara muestras de estos dos rasgos de su producción combinados.

Nin unha menos
 Mulleres en acción #violencia zero. 25N. Pontevedra 2015
Coa colaboración especial de Cristian Gradín, Alba Blanco, María Roja e Basilisa Fiestras.

Así mismo, en su visión del feminismo, siempre comprometida y crítica, nos adentra de una manera subversiva en los márgenes insondables de los espacios y ambientes plurales, más allá de lo doméstico, reivindicando tanto lugares privados como públicos. Naturaleza, calles, plazas, espacios expositivos y hasta sus propios ambientes habitados, confluyen como escenarios de vivencias colectivas e introspectivas fusionándose en el acto performático. Sus acciones, en ocasiones íntimas y en ocasiones grandilocuentes, enaltecen y subliman a las figuras referenciales en su trayectoria (Cuando sea mayor quiero ser como tú, De tal palo…). La experimentación de los límites del cuerpo femenino, de las múltiples facetas vitales de las mujeres y de las cargas sociales impuestas y autoimpuestas en primera persona, convergen en la insumisión hacia los roles preestablecidos y estereotipados y la reconstrucción de la identidad propia y colectiva. Ejemplo de ello son Ni una menos, Símbolo de la felicidad, Gallarda, A penitente, Onde hai patrón, Do bo ver I… o sus intervenciones en performances colectivas como Pan Duro.

la Fotacción: APOXEO (serie fotoaccións), 2018

Fotografía: Jesus Maria Alonso

Se observan dos giros fundamentales en su evolución artística, que es necesario destacar y poner en valor. En el año 2011 realiza una serie de performances que abren paso a su madurez artística, como Variaciones Internas e Intervalos Variables, culminando en la conmovedora videocreación A idade, dedicada a su padre Eloy Gesto, donde el manejo de los tiempos, los sonidos creados fusionados con el sonido ambiental y la intensidad dramática no dejan indiferente al espectador.

El segundo giro se produce entre los años 2015 y 2016, con Axouxere o Concerto para sordina, que tendrán su culminación en la performance Sombra e Sordina en 2018. Se observa un cambio en el tratamiento matérico y sonoro de sus obras, un punto de inflexión hacia fórmulas más ligeras y flexibles, con propuestas embebidas de un aspecto lúdico y onírico y un renovado entusiasmo vital. La vida y la muerte parecen reconciliarse en su proceso vital, hallando un equilibrio que le permite la exploración de nuevas vías de expresión.

Es en 2018 precisamente cuando observamos que toma protagonismo un elemento siempre presente en su producción pero ahora se torna más protagonista que nunca: lo textil. No hemos de olvidar que el papel histórico de la moda ha sido irónicamente potenciador de la sumisión hacia ciertos cánones estéticos y sociales pero también un arma para el empoderamiento femenino. Todas sus series de performances y fotoacciones englobadas bajo la denominación Do de peito surgen de la experimentación con texturas y los sonidos entroncados con una pulsación productiva latente desde sus inicios, la integración de diseños “textiles” transmutados en su obra.

La mutabilidad de la apariencia y la función corriente de objetos y ambientes se convierte en otro campo para el desarrollo creativo. La retórica visual de sus creaciones invita al espectador a pensar, a jugar con las posibilidades, a intuir ideas y conceptos, a establecer múltiples lecturas y a dejar volar la imaginación. Ana Gesto se desprende de su obra al contacto con el público, en un acto de generosidad artística, donde el establecimiento de realidades plurisemánticas es una derivación no sólo permitida sino orientada a favorecer la interacción social del medio artístico.

Otro de los rasgos siempre presentes en sus creaciones es la ironía, una cierta “retranca” gallega que se manifiesta nuevamente como rasgo identitario. Así mismo, Ana Gesto entiende el proceso artístico, siempre en evolución, como una parte fundamental de su obra. De este modo, establece un diálogo atemporal con su propia producción que le permite generar piezas únicas e irrepetibles pero interconectadas y profundamente meditadas.

Antes de concluir esta semblanza y a modo de epílogo en construcción, es necesario hacer referencia a dos obras que se encuentran en pleno desarrollo actualmente. Por un lado el proyecto Memoria e terra. “Recolectoras”, enmarcado en torno a una reflexión sobre la realidad de las mujeres rurales de la provincia de Lugo donde aparte de la realización de diversas performances tendrán lugar talleres y jornadas de creación en colaboración con el medio rural, que de nuevo devuelven a la artista a sus orígenes y sus señas de indentidad. Por otro, el proyecto Mujeres Dadá de Ediciones Canibaal, que ha realizado en colaboración con su hija Berta Alonso. Se trata de un proyecto colectivo de 16 mujeres artistas españolas fuertemente influenciadas por el Dadaísmo que tendrá su reflejo en un fancine y un juego de cartas de baraja reinterpretadas con la lectura única y personal de cada artista. La involucración de madre e hija en el proceso, la exploración lúdica de la relación maternofilial y la referencia consciente al surrealismo y el arte Dadá nos hacen pensar que el resultado promete.

Patricia Cupeiro López // Doctora en Historia del Arte

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