Henriëtte Ronner-Knip


Nació en Ámsterdam (Holanda) en una familia de artistas, recibiendo sus primeras lecciones de pintura de su padre Josephus Augustus Knip a la edad de 11 años. Algunas fuentes señalan que su madre era la pintora Pauline Rifer de Courcelles, que fue la primera esposa del padre, aunque en el momento del nacimiento estaban separados y el padre vivía con su amante Cornelia van Leeuwen (1790–1848), a la que también se señala cómo madre de la artista.

La familia se trasladaba a menudo, y su padre consiguió trabajo dado clases. Pero, hacia 1823, se quedó ciego de un ojo. Al año siguiente se divorció definitivamente de Rifer de Courcelles y se casó con van Leeuwen. El padre perdió la vista en 1832, de modo que empezó a formar a su hija para que se encargara de mantener el sustento de la familia.

Henriëtte comenzó a trabajar rigurosamente sus trabajos en el estudio de su padre a partir de 1835 asumió los asuntos financieros y legales de la familia.​

Henriette Ronner-Knip  La lección de piano 1897 Galería de imagen 1

La lección de piano (1897)

Ya en 1938 participó en la Exposición de Maestros Vivos en Holanda en 1838 y gradualmente comenzó a focalizarse en la temática de los animales como perros de caza en bosques o en campos. Tras la muerte de van Leeuwen, se trasladó a Ámsterdam, donde se dedicó a pintar granjas, animales y bosques; primero con acuarelas y posteriormente al óleo. En 1848  fue admitida como miembro activo de Arti et Amicitiae.

Se casó con Teico Ronner con quien tuvo seis hijos (dos de ellos se dedicaron a la pintura), y se trasladaron a Bélgica. Él enfermaba a menudo, por lo que no tenía un empleo estable, de modo que la artista estuvo encargada de la economía de la familia, una vez más.​

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Trotamundos (1883)

Alrededor de 1870 realizó sus obras más conocidas, centrándose en la temática de gatos juguetones de largo pelaje en ambientes burgueses. Su arte fue considerablemente popular. Continuó también pintando perros, como por ejemplo los perros falderos de María Enriqueta de Austria y de la princesa María de Hohenzollern-Sigmaringen. Ronner-Knip también expuso sus obras en el Palace of Fine Arts en la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893, pese a que cuando el modernismo comenzó a ganar más terreno y sus trabajos comenzaron a ser llamados «poco inspiradores y conservadores».

En 1887, recibió la Orden de Leopoldo y, en 1901, se convirtió en miembro de la Orden de Orange-Nassau. Su hijo Alfred y sus hijas Alice y Emma también se convirtieron en artistas.

En sus últimos años vivió en una casa con un amplio jardín en la que recogió perros, gatos y loros que luego utilizaba como modelos. Ronner-Knip murió en 1909 en Ixelles (Bélgica).

https://es.wikipedia.org/wiki/Henri%C3%ABtte_Ronner-Knip

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