Elena Francisca María Brockmann y Llanos nació en Madrid en 1867. Hija del ingeniero de caminos Leopoldo Brockmann González-Losada e Isabel Beatriz de Llanos Keats, sucesora de escritores y novelistas; Elena fue nieta del escritor Valentín María de Llanos Gutiérrez..

Descender de una familia ilustre y acaudalada le permitió poder entrar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde sorprendentemente se matriculó en clases de dibujo de la vida. Esta decisión escandalizó mucho a todo el mundo, ya que dicha disciplina incluía el estudio de anatomía del cuerpo humano. Posteriormente viajó a Roma donde tomó clases de José Benlliure y de Joaquín Sorolla quien influyó notablemente en su obra.

Durante su juventud realizó varias copias de obras maestras. Pero fue conocida por sus pinturas “El patio de un parador”, “La vuelta de la Caza” y “La Chochara”, mostradas en la Exposición de Bellas artes de 1887.

Durante un tiempo, Elena Brockmann fue considerada como una artista menor o simple aficionada en comparación con sus compañeros masculinos. Pero Elena se especializó en la pintura de género, pese a que las mujeres eran direccionadas hacia la representación de la vida cotidiana. Brockmann practicó y sobresalió en pintura histórica, destacando por sus complejos temas y composiciones, realizando obras de un valor artístico incuestionable.

Archivo:Elena Brockmann - Philip II receiving news of the loss of the Armada - 1895.pngEsta discriminación esencialmente social supuso que las mujeres fueran excluidas de ciertos círculos culturales de influencia.

Felipe II recibiendo la noticia de la pérdida de la escuadra Invencible (1895)

La autora madrileña consiguió exponer sus obras en numerosas ocasiones y recibió premios y prestigio entre los pintores de su época, quienes la definían como “una artista increíblemente talentosa”. Tras sus exposiciones, el crítico Fernanflor dijo sobre ella que “pinta como un hombre”. Crítica o cumplido, comentarios como estos dejan ver la gran importancia de esta pintora, de su gran técnica y estilo artístico.

Brockmann fue encasillada en la corriente costumbrista, pero con su obra “Felipe II recibiendo la noticia de la pérdida de la escuadra Invencible” de 1895, la pintora mostró una gran ambición por representar un tema histórico, hasta el momento realizado principalmente por hombres.

En la colección del Museo del Prado se conservan dos de sus obras «El patio de un Parador” y “Paso de una procesión por el claustro de San Juan de los Reyes en Toledo” de 1892. Este último trata de un acontecimiento religioso, donde la autora se muestra más interesada en los aspectos plásticos, que en la ceremonia que se celebra. Acapara la atención la incidencia de la luz en el claustro de San Juan de los Reyes de Toledo, magníficamente recreado y en los valores aplicados en algunas zonas con toques de rápida pincelada.

A finales del siglo XIX, como consecuencia del cambio de modas en la pintura, las obras históricas dejaron de ser reclamadas y consideradas, por lo que el número de encargos se redujo sustancialmente.

Paso de una procesión por el claustro de San Juan de los Reyes en Toledo (1892)

Entre 1887 y 1892 ganó varios premios en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y en 1893 participó en la Chicago World’s Fair and Exposition, exponiendo en el edificio asignado a las mujeres pintoras. Fue incluida en el libro “Women Painters of the World” de 1905.

Elena Brockmann murió en Madrid en 1946.

https://es.wikipedia.org/wiki/Elena_Brockmann