Amparo Segarra Vicente nació en Valencia en 1915. Estudió varios años en un internado en Argenteuil, cerca de París. Allí, aprendió francés y la experiencia le proporciona una gran cultura y un sofisticado refinamiento.

Al regresar a España y se casó con Miguel Anglada, un militar con el que vivió en Barbastro, en la provincia de Huesca. Al estallar la Guerra Civil, su esposo, fiel a la República, acudió al frente. Ella, embarazada, viajó a Aragón y sufrió el bombardeo sobre Monzón, en el que se destruyó la casa donde se alojaba. Ante la llegada inminente de las tropas franquistas, Amparo decidió ir a Barcelona. Cuando la falange se hizo con el poder, su condición republicana le impidió encontrar trabajo. Además, la interrogan varias veces con el fin de conocer el paradero de su marido. Ante ese panorama decidió abandonar España, atravesó los Pireneos con su hijo en brazos. Podemos conocer con todo lujo de detalle la dureza de ese viaje gracias a «La guerra ha terminado», un texto narrado por la propia voz de Amparo.

Cuando se reunió con su marido, decidieron partir hacia Latinoamérica. Chile se negó a recibir más republicanos españoles, por lo que desembarcon en República Dominicana. En Ciudad Trujillo, antiguo nombre de Santo Domingo, se divorciaron y Amparo se casó con Eugenio Fernández Granell, fruto de esa unión nació Natalia.

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La vida de Amparo estuvo supeditada en mayor parte por la actividad artística de su marido, pero en 1946 se mudaron a Guatemala y, tras el estallido de la revolución guatemalteca, se trasladaron a Puerto Rico, huyendo en esa ocasión de la persecución estalinista de la que era objeto Granell.

Durante los años en Puerto Rico inició su trabajo como creadora de collages. De hecho, recortaba y pegaba todo lo que escribía Granell o lo que salía sobre él en la prensa. Amparo guardó celosamente en carpetas recortes de toda especie de publicaciones durante muchos años, por ese motivo la Fundación Granell alberga un estupendo archivo sobre el artista.

Amparo Segarra. La pera de Man Ray.La pera de Man Ray

Los primeros collages de Amparo fueron realizados para mostrar diversos monumentos y costumbres europeas, la mayoría de ellos nacieron en Nueva York, ciudad a la que la familia se mudó en 1956. En estas obras predominan temas como la mujer, los contrates culturales y cronológicos, la denuncia de las opresiones, las injusticias y las desigualdades. En los collages Amparo muestra su predilección por la moda, los caballos, los animales en general o las columnas. A grandes rasgos, su obra trata sobre el contacto con el arte en el exilio y el mundo que le tocó vivir.

Pero la vida artística de Amparo no se limitó a sus collages, también ejerció como actriz en diversas obras de teatro entre los años 1944 y 1969, e incluso confeccionó el vestuario para alguna de ellas.

En el año 1985, Amparo regresó a España, vivió en Madrid hasta su fallecimiento.

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