Helene Funke nació en 1869 en Chemnitz (Alemania). Fue la segunda de los cinco hijos de una familia de comerciantes. En 1899 abandonó su hogar de clase media-alta para, en contra de sus padres, comenzar sus estudios en Múnich, en la Academia de Arte Femenino de la Munich Künstlerinnenverein.
Entre 1906 y 1913 Helene Funke vivió en el número 27 de la rue de Fleurus de París, una casa que se hizo famosa gracias a Gertrude Stein y donde se desarolló como pintora, en esa ciudad conoció el impresionismo y el fauvismo. En esos años participó en el Salón de Otoño y en el Salón de los Independientes de París y expuso sus cuadros junto a los de artistas como Matisse, Braque y Vlaminck.
En 1918 se convirtió en miembro del grupo de artistas Movimiento Libre, también fue miembro del grupo de arte femenino de Viena. y de otros conformados por artistas de la época.
Dreams (1913)
En 1928 fue la única mujer que recibió el Premio Estatal de Austria, fue por la imagen de Tobías y el Ángel. Sus obras a menudo muestran grupos de mujeres o parejas de mujeres y representan un examen diferenciado del tema de la feminidad.
Desde 1911 hasta su muerte vivió en Viena. A pesar de todas las críticas hostiles por parte de la escena cultural dominada por los hombres, Funke se estableció como artista por derecho propio. En 1928 recibió el premio estatal austriaco y su obra se presentó regularmente en las exposiciones de importantes asociaciones de artistas locales, así como en la Secesión de Múnich, Berlín, Dresde y Chemnitz.
In the theatre box (1904-7)
El nacionalsocialismo desterró todo el arte moderno y en aquellos años la obra de Helene Funke cayó en el olvido. Tras la Segunda Guerra Mundial, Funke fue recompensada con el título honorífico de catedrática. Pero no fue hasta la impresionante retrospectiva organizada por el Museo de Arte Lentos de Linz en verano de 2007 cuando su obra volvió a recibir el reconocimiento del público. La obra de Helene Funke vuelve a captar cada vez más la atención del público gracias al reconocimiento que se está realizando en los museos.
Oskar Laske fue el único artista que la inmortalizó en su monumental pintura “El barco de los locos”, que actualmente e puede contemplarse en el Belvedere de Viena. En 1957, Helene Funke murió sin apenas recursos económicos en su apartamento de Viena y fue enterrada en una tumba honorífica en el Cementerio Central de Viena.
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