Amélie Beaury-Saurel nació en Barcelona en 1849, un ciudad en la que, desde 1843, su familia dirigió una fábrica de alfombras y tapices a la que llamaron “Saurel, Beaury y Compañía”.
Cursó sus estudios en la famosa academia Julian de Paris donde se especializó en el retrato. Amélie se casó con el director de la academia Rodolphe Julian en 1895 y se ocupó del taller de mujeres. En sus publicaciones, Marie Bashkirtseff (también alumna de Julian) habla con cierto recelo de «l’espagnole» (la española).En el año 1889, fue directora del taller “Pasajes y Panoramas”.
Debutó en el Salón de París en 1874, donde fue considerada como una de los artistas principales a partir del Salon de 1880. Fue medalla tercera del Salon en 1885 y medalla de bronce en la Exposición Universal de 1889. Haciéndose acreedora de reconocimiento de la crítica de arte que se sentían impresionada por su habilidad para reflejar fielmente el carácter de sus modelos.
Amélie Beaury-Saurel fue, sin duda, la artista que en mayor medida contribuyó en la última década del siglo XIX y las primeras del siglo XX a difundir, a través de su obra, la imagen de mujeres que desafiaban las convenciones tradicionales y apostaban por una renovación encarnada en la «mujer moderna», independiente y segura de sí misma.
Dans le Bleu (1894)
Museo de Toulouse (Francia)
La artista representó en varias ocasiones a jóvenes vestidas con los polémicos culottes negros, cabellos recogidos por una gorra y posando de forma satisfecha junto a una bicicleta, creando una imagen directa de la mujer emancipada y orgullosa de su actitud vital. Así se advierte en “Retrato de mujer” (h. 1902), que muestra a una joven sosteniendo una bicicleta por el manilla y en “Nuestras jóvenes” (h. 1904) despertó la animadversión de un amplio sector de la crítica. Esa simbología de la bicicleta como instrumento emancipador de las mujeres en el tránsito del los dos siglos contribuyó a convertirla en emblema de los movimientos sufragistas.
No obstante, sus obras tuvieron gran difusión, pese a mostrar algunas de las nuevas tendencias sociales. En su obra “Dans le bleu” de 1894., aunque el personaje de la obra “Dans le Bleu” se muestra a una mujer liberada, apoyada en una mesa, disfrutando de una taza de café mientras fuma. Este gesto resultó muy provocador, ya que denotaba sensación de emancipación.
Amélie Beaury-Saurel fue una de las principales activistas feministas de las artes plásticas de finales de siglo XIX y dedicó muchos esfuerzos a apoyar la obra creativa de otras mujeres y a defender su derecho a una educación y una carrera profesional como pintora.
Retrato de Séverine (1893)
En los últimos años de su carrera realizó el retrato de la activista feminista “Séverine” defensora de los derechos de la mujer. Pintar el retrato de Séverine sirvió a Beaury-Saurel para reforzar su posición y su relación con alguna de las figuras más destacadas de la época.
Cuando su marido falleció, asumió la dirección de la “Académie Julian”, convirtiéndose en una figura emblemática del acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad en la sociedad. Fue una mujer muy generosa, ya que dedicó la mayor parte de su vida a las necesidades de su hermana y su madre. Murió en París en 1924.
Deja una respuesta