Pacita Abad nació en Basco, Batanes (Filipinas). Estudió pintura en la Corcoran School of Art, en Washington DC, y en The Art Students League, en Nueva York. Al terminar su formación artística viajó por el mundo pintando, visitando más de 80 países.

Los viajes de Abad tuvieron un impacto significativo en su vida y en su obra. Fue muy ingeniosa y experimental con su pintura, y su estilo cambió continuamente a lo largo de su carrera, que comenzó en la década de 1970.

Sus primeras pinturas fueron figurativas, abarcando temas sociales o políticos, como lo es el hambre.

Mas tarde, su trabajo se expandió a temas naturalistas, inspirados en los lugares que vio en sus viajes a lugares exóticos. Este colorido le llevó a patrones vibrantes que le dieron paso a su práctica más conocida, es la de pintora abstracta. Estas obras de técnica mixta, iban desde pinturas a gran escala hasta pequeños collages, incorporaron una variedad de materiales como cerámica, vidrio, mylar, tela y placas de circuitos electrónicos.

Evil Eye (1983)
Collection of National Gallery Singapore

Abad rechazó la idea de que la pintura fuera elitista y se inspiró continuamente en los materiales y técnicas indígenas con los que entró en contacto durante sus viajes. Esta filosofía impregnó su trabajo y sentó las bases para la técnica que desarrolló y que denominó como “pintura trapunto”, que implicó manipular con bordados y rellenos los lienzos para conseguir una calidad escultórica. La inspiración para el trabajo de Abad proviene en gran medida de sus experiencias personales. Ella misma se describe como una pintora que produce «desde las entrañas».

En los años previos a su muerte, Pacita Abad trabajó en una serie de pinturas llamada “Obsesión”, en ellas lo hizo fervientemente con un motivo circular en particular; afirmó que «no podía dejar» de trabajar con este patrón y que la experiencia le pareció «espontánea y estimulante».

Black mylar (2003)

Fue una pintora muy prolífica, habiendo completado más de 3500 obras de arte durante su vida. Uno de sus proyectos finales fue pintar un puente de 55 metros de largo en Singapur, que cubrió con miles de círculos multicolores. El proyecto se completó durante su último año de lucha contra el cáncer de pulmón y se conoció como «El puente pintado de Pacita».

Pacita Abad falleció en 2004 a la edad de 58 años. Realizó más de 40 exposiciones individuales y 50 colectivas e itinerantes por todo el mundo. Su obra está incluida en colecciones en más de 70 países.

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