sophie-taeuber-arpNació en Davos (Suiza) en 1889, estudió Artes Aplicadas en las ciudades alemanas de Munich y Hamburgo.  Su carácter tímido y apocado no le impidió formar parte de un grupo de mujeres preparadas y rompedoras que sobresalieron en la Europa de las décadas de los años veinte y treinta. A mediados de los años diez del pasado siglo, Sophie Taeuber y Jean Arp se conocieron en Zurich en un encuentro casual, Arp se quedó fascinado por esta mujer amable, serena, estudiosa en su trabajo y en sus sueños –según escribió en 1948- se casaron en 1922.

Por aquel entonces Sophie era una joven profesora de la Escuela de Artes y Oficios de Zurich y alumna brillante en las clases de danza expresiva de Rudolf Laban: bailaba en libertad, sin pasos; como exigía el movimiento que en esos momentos se estaba estableciendo en Café Cabaret Voltaire de Zurich y a cuyas reuniones se incorporaron muy pronto Arp y Taeuber: el movimiento Dadá.  Dadá surgió del desencanto que sentían los artistas al vivir en la Europa del periodo de entreguerras y mostrando la rebelión hacia la abulia y el desinterés social de la época.

En esos años fundacionales, Sophie no dejó de realizar sus diferentes actividades y siguió perfilando su desarrollo artístico. De la Escuela de Artes Aplicadas aprendió a difuminar las fronteras entre arte y artesanía que muestra en sus tapices, son precisamente esas piezas que tanta influencia ejercieron en su esposo, en las que aprendió también el valor del trazado geométrico, que incorporó a las obras especialmente en El Tríptico de 1918. Del movimiento Dadá aprendió a desarrollar tambié la libertad de expresión. Se conservan fotografías que muestran a la artista actuando con las ropas diseñadas por ella misma, así como en irónicas cabezas o en marionetas. sophie-y-erika-taeuber-vestidas-con-trajes-dada-1922

Así, en el contraste, se fue organizando la obra de esta creadora capaz de conciliar los extremos, a veces opuestos, que están en el origen mismo de lo moderno –figuración, abstracciones, dadaísmo, razón geométrica, artesanía, artes, serenidad, origen… de su siempre original obra cabe destacar y la escenografía para la obra El Rey Ciervo del autor italiano Carlo Gozzi, donde geometría y humor encuentran su territorio común.

Sophie y Erika Taeuber con trajes Dadá (1922)

A partir de finales de los años veinte, vivió en París, donde continuó diseñando, más tarde, en la decáda de los treinta formó parte de los grupos constructivistas Cercle et Carré y Abstraction-création y también publicó su propio diario constructivista, al que llamó Plastique.

Las vanguardias hablaron de Taeuber con admiración, como performance Dadá y como artista concreta, según Hans Richter: Sophie no era solo bailarina y profesora, sino ante todo una pintora abstracta moderna en una época en la que la pintura abstracta estaba aún en sus primeros balbuceos. Fue una de aquellas mujeres pioneras del feminismo y dispuestas a cambiar su concepción del mundo. Lo cierto es que Sophie Taeuber se aventuró en todas las formas de expresión artística con la audacia de quien vive de espaldas a los moldes establecidos. Junto a Sonia Delaunay creó una colonia de artistas en Grasse, al sur de Francia, que fue muy activa entre 1941 y 1943.

Estrella de Diego comisarió la exposición Sophie Taeuber-Arp – Caminos de vanguardia que pudimos ver hace unos años en el Museo Picasso de Málaga, y que comenta con estas palabras:

MALAGA, Octubre 2009-Exposici—n "Sophie Taeuber-Arp. Caminos de vanguardia". Museo Picasso de M‡laga. Del 19 de Octubre al 24 Enero 2010. © MPM/jesusdominguez.com

MALAGA, Octubre 2009-Exposición «Sophie Taeuber-Arp. Caminos de vanguardia». Museo Picasso de Málaga. Del 19 de Octubre al 24 Enero 2010.© MPM/jesusdominguez.com

«Es cierto que su marido la introduce en el círculo Dadá, pero ella ya hacía cosas por su cuenta: se atrevía con diseños de trajes, proyectaba cocinas compactas que entonces no existían. Era polifacética y dúctil. ¿Se le reconocerá su lugar?  Es muy difícil, porque habría que reescribir muchos capítulos de la historia del Arte. En el caso de Sophie, hay muchas zonas oscuras. De todas formas, siempre se está a tiempo».

A los 54 años murió accidentalmente al inhalar los gases de una estufa con deficiente combustión, a modo de anécdota cabe añadir que su imagen es muy conocida ya que aparece en los billetes de 50 francos suizos desde 1995.