Nació en 1602 en el barrio de La Morería de Sevilla. Fue la hija mayor del pintor Francisco Pacheco, maestro de Diego Velázquez y autor de “El Tratado de la Pintura”. El futuro pintor de “Las Meninas” pasaba desde niño días enteros en su estudio, donde conoció a Juana. En el taller se organizaban las tertulias heredadas de la antigua academia del humanista, poeta y dramaturgo Juan de Mal Lara desde finales del siglo XVI, a la que acudían algunos eruditos, poetas y músicos.

Diego Velázquez. Retrato de muchacha (1620 – 1624)

(Probable retrato de Juana Pacheco)

Museo Lázaro Galdiano 

Habitualmente los artistas aprendían su “oficio” en talleres de renombrados maestro. La casa familiar era a la vez taller, la familia compartía su vida con ayudantes y aprendices. Por eso no era raro que los ayudantes se casaran con las hijas de sus maestros. Las mujeres e hijas colaboraban en el taller, dependiendo de las necesidades que iban surgiendo y de sus cualidades artísticas, pero sobre todo debían contar con el permiso previo de su padre o marido. Se sabe que Juana Pacheco fue pintora y que participó activamente en el taller de su marido.

Francisco Pacheco consintió el matrimonio de Juana con uno de sus alumnos más aventajados y así dejó constancia:

Después de unos años de educación y enseñanza, le casé con mi hija, movido por su virtud, limpieza, y buenas partes, y de las esperanzas de su natural y grande ingenio.

Hizo gestiones para que Velázquez viajase a Madrid y le introdujo en el círculo del Conde-Duque de Olivares, lo que daría un vuelco a su carrera.

La boda entre ambos jóvenes se celebró cuando Juana apenas contaba quince años. A esa boda acudieron miembros de la academia de Pacheco y, entre ellos, un cantor, tal y como se relata en el Romance que hizo el licenciado Baltasar de Cepeda. Se cuenta que en la ceremonia se produjo una tertulia o pequeña justa literaria y una escena lúdica en la que la propia novia cantó y bailó.Sibila. Diego Velázquez

Desgraciadamente no se han conservado ninguna de las obras de Juana, aunque muy posiblemente éstas hayan sido atribuidas a los hombres de la familia, sea su padre, sea su marido. Sí ha trascendido su papel de leal esposa amante y discreta, que proporcionó un hogar feliz y tuvo dos hijas, nacidas en 1619 y 1621. Siguiendo con la tradición familiar, la única hija que sobrevivió, llamada Francisca, se casó con el discípulo de Velázquez, Juan Bautista Martínez del Mazo.

Diego Velázquez. La Sibila (1630 – 1632)

(Posible retrato de Juana Pacheco)

Museo del Prado

Entre 1620 y 1624 Velázquez realizó “Retrato de muchacha” en el que una joven que muestra un riguroso perfil a la izquierda, el pelo recogido y un pendiente de arete en la oreja. La reciente limpieza ha permitido levantar todos los repintes antiguos. Liberado de ellos, en el lienzo se advierte que es un prodigioso apunte del natural, de una extraordinaria frescura, quizá concebido como estudio a conservar en el taller y utilizar cuando llegase la ocasión en composiciones mayores. La obra que se conserva en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, se considera el retrato de Juana Pacheco, y como tal se exhibió en varias ocasiones a principios del siglo XX.

Existen estudios que afirman que muchas de las vírgenes que Velázquez pintó, eran vivos retratos de su mujer o tenían mucho parecido. La belleza de su rostro, la delicadeza de sus manos, la elegancia de sus movimientos y la caída de sus ropajes, eran rasgos característicos de las Madonnas de Velázquez y en ellas está la huella de Juana Pacheco. Se puede apreciar de forma muy concreta en la representación de la Virgen en el lienzo “La adoración de los Magos”.

Velázquez - Adoración de los Reyes (Museo del Prado, 1619).jpgAunque la identificación tampoco ha podido ser probada, en 1746 la obra que actualmente conocemos como “La Sibila” aparece titulada como “¿la mujer de Velázquez?” y el carácter intimista y cotidiano del lienzo, revela la cercanía que el pintor posiblemente tenía con la modelo. “La Sibila” es un personaje mitológico con poderes adivinatorios, pero debido al objeto que sujeta entre sus manos, una tabla o paleta, también ha propiciado su identificación como la musa de la Historia, Clío, o una alegoría de la Pintura.

Diego Velázquez. Adoración de los Reyes Magos (1619)

(Posible retrato de Juana Pacheco como Virgen María)

Museo del Prado

Velázquez realizó esta deliciosa imagen bien durante su primer viaje a Italia o inmediatamente después, por lo que se fecharía entre 1630 y 1632, cuando Juana tendría alrededor de 30 años. El cuadro actualmente pertenece a la colección del Museo del Prado.

Juana Pacheco y Diego Velázquez permanecieron juntos cuarenta y dos años y ambos murieron con tan sólo una semana de diferencia. Precisamente los restos de la pareja aún no han sido localizados en alguna de las iglesias y conventos del Madrid de los Austrias.

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