Juana Francisca Rubio, más conocida como Paquita, nació en Madrid en 1911, aunque en su registro de entrada como exiliada en México figura como fecha de nacimiento el 27 de diciembre de 1914. Descubrió que le gustaba el dibujo cuando era una niña y, a la salida del colegio, se fijaba en los carteles de Federico Ribas, que eran los que anunciaban los productos de Gal.
Fue en la Gallofa, taller madrileño de las Juventudes Socialistas Unificadas, donde se dedicó a los carteles, siendo una de las dos únicas mujeres que colaboraban ilustrando en el esfuerzo bélico. La agrupación surgió de la unión de las juventudes socialistas y comunistas y al frente se encontraba el marido de Paquita, el también pintor José Bardasano.
Trabajábamos noche y día. Incluso vivíamos en el taller. Según las bombas iban cayendo en las casas, la gente se metía donde podía. Estaban cayendo las bombas, y ya estaba Pepe haciendo el cartel: Por aquí pasó la barbarie. Los carteles eran como un puñetazo en un ojo.
En sus trabajos se encuentra una fuerte alusión a la mujer y su actividad en la guerra. Además ilustró el álbum “Mi Patria Sangra” e hizo dibujos para periódicos como «Frente Universitario».
Cartel realizado por Luis Dubón «Alegoría de la República Española» (1931)
Colección Fundación Pablo Iglesias. Madrid
De la misma forma contribuyó con organizaciones para la mujer como «Muchachas de Madrid» o «Unión de Muchachas de Valencia», como también participó en temática de guerra incluyendo colaboración con «Espartacus» o «Camoanya».
Más adelante, en la toma de Madrid se vio obligada a trasladarse a Valencia, donde empezó una época de exilio. Viajó a Barcelona con su hija, María Francisca Bardasano Rubio «Maruja», donde tomaron un tren hacia Francia, pero fue bombardeado, por lo que tuvo que huir por los Pirineos a pie y fueron apresadas y llevadas a uno de los campo de concentración para republicanos en Francia.
Ya en París realizó gestiones para la liberación de su marido, que se encontraba en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. La familia se reunió y partieron en el buque Sinaia, fletado por el gobierno de Lázaro Cárdenas, rumbo a México. Llegaron a Veracruz el 13 de junio de 1939. Una vez allí, se entregó a la ilustración de cuentos para niños, así como a iluminar postales navideñas y diseñar imágenes para moda y productos de belleza, pero en ningún momento dejó su labor como cartelista.
Volvió a España en 1961 y se le otorgó la Cruz al Mérito de Sciences et Letres de Francia en 1964.
En el 2004 se mostraron muchas de sus obras en la exposición “Carteles de la Guerra 1936-1939” en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
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