En todos los libros de referencia consultados aparece la biografía de la pintora Concepción o Conchita Figuera y Martínez y la del pintor Luis Larmig como dos artistas diferentes, cuando en realidad se trata de una única persona.

Concepción Figuera y Martínez nació en Madrid en una fecha cercana a 1860, fue hija de una pareja de nobles: Fermín Figuera y Sánchez Toscano y de María de la Concepción Martínez y Güertero, que falleció viuda en 1901.

A las máscaras (1897) (detalle)

La bella Conchita Figuera se dedicó primero a las artes musicales ofreciendo conciertos de piano en fiestas privadas, como la celebrada en 1867 en la casa de la familia Villaurrutia en Madrid, donde fue alabada por sus grandes dotes de concertista.

Posteriormente se inclinó por la pintura, por lo que cursó sus estudios en una academia madrileña donde fue discípula de Alejandro Ferrant y Francisco Sans. En 1876, residiendo en el número 139 de la calle Hortaleza de Madrid, aparece como registrada en el libro de copistas del Museo del Prado.

Dio a conocer sus primeros trabajos en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878 con la obra “Una señora leyendo en su gabinete” y en 1880 consta que frecuentaba con asiduidad la tertulia de la Exposición Hernández de Madrid. Por otro lado, ese mismo año hizo una ofrenda a la Infanta Isabel de un abanico pintado con motivo de su onomástica.

Estudio del natural (1887)

Firmada como Luis Larmig

Colección Museo del Prado

1884 fue año muy prolífico para Conchita, participó en la Exposición Literario-Artística de Madrid con los óleos titulados “Zoraya” y “En el jardín”, en la Exposición Nacional con el “Retrato de la Infanta doña Eulalia”, “Una mora”,  “Retrato de la marquesa de Nájera”,  y realizó el retrato de la Condesa de Perijás.

Concepción Figuera, después de exponer en 1884 y perfeccionar su aprendizaje artístico bajo las órdenes de Alejo Vera, decidió ocultar su identidad adoptando un nombre artístico masculino con el fin de disipar los perjuicios sobre la valía de las mujeres en las Bellas Artes. Y para ello adoptó, el de su tío, el malogrado poeta y diputado Luis Antonio Ramírez Martínez y Güertero que se suicidó en 1874 y que utilizó también para firmar sus escritos con el pseudónimo “Larmig”, que corresponde a las iniciales de su nombre completo. De hecho el poeta, otorgó en sus obras un marcado protagonismo a la mujer como en el libro de 1873 “Mujeres del Evangelio” donde relató la vida de las siete principales protagonistas femeninas que aparecen en la Biblia.

Por otra parte, en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887  un pintor desconocido con el nombre de «Luis Larmig» discípulo de Alejo Vera,  se presentó por primera vez con una obra titulada  “Estudio del Natural”, y sorprendentemente obtuvo una tercera medalla. La obra fue adquirida por el gobierno y en la actualidad cuelga en las paredes del Salon Vergara del Teatro Real de Madrid, en calidad de depósito del Museo del Prado, donde figura como Luis Larmig.

Una señora leyendo en su gabinete (1878)

Sucesivamente, también como “Luis Larmig” participó en 1896  en la Exposición de Pintura Española de Estocolmo con el cuadro “Un estudiante” a principios de siglo que fue adquirido  por un coleccionista por la suma de 1.000 pesetas,  y en la  Exposición Nacional de 1897 con los  cuadros “Mater  Dolorosa”, “Meditación” y “El Retrato de R.P. Lerchundi”  (Adquirido por la reina de España) por el que obtuvo una mención honorífica y en  1898 participó con dos cuadros en la exposición de arte español que tuvo lugar en la Academia de Bellas Artes de México.

Diez años después la prensa empezó a desvelar el misterio con el siguiente texto «para nadie es un secreto que (Larmig) era el pseudónimo de la bella y distinguida señorita Concha Figuera, tan celebrada también como pianista»

De hecho, el mismo año de 1897 se presentó con el nombre de «Concepción Figuera Larmig» en la Exposición artística a beneficio de los soldados heridos en Cuba y Filipinas con los cuadros “A las máscaras” y  “Una cabeza de estudio al pastel”.

A las máscaras (1897)

Conchita Figuera fue una más de las artistas silenciadas a lo largo de los siglos que aún hoy en día pasan desapercibidas para las personas especialistas y para el gran público. En el ámbito social, cabe destacar que también fue presidenta de la Protección al Trabajo de la Mujer y del Instituto de Cultura Femenina. Falleció en Madrid el 14 de julio de 1926.

http://fernandoalcolea.es/Estudios-sobre-pintores/Concepcion-Figuera-y-Mart-nez-o-Luis-Larmig/

https://www.lavanguardia.com/cultura/20200306/473984814931/pintura-discriminacion-mujer-8m-concepcion-figuera-luis-larmig-museo-prado.html