Pulisena Margherita Nelli nació en 1524 en Florencia (Italia) en el seno de una familia rica. Su padre, Piero di Luca Nelli, fue un exitoso comerciante de telas y sus antepasados procedían de la zona del valle toscano de Mugello, al igual que la dinastía de los Médici.
Entró en el convento de Santa Catalina de Siena con catorce años, tomando el nombre de Sor Plautilla, y llegó a ser priora del mismo en tres ocasiones, un convento gestionado por los frailes dominicos de San Marcos, encabezados por Savonarola, que es considerado como el precursor de la reforma protestante, quien criticó duramente el lujo y la corrupción de la iglesia y los poderosos causando una gran transformación de la ciudad de Florencia, aunque posteriormente fue excomulgado y ejecutado por sus prédicas.
Savonarola sostenía que las monjas debían dedicarse a la creación de obras de arte, lo que habría permitido a Sor Plautilla desarrollarse como artista. Se atribuye a ella un conocido retrato de Savonarola y también existe una biografía del predicador escrita por Sor Petronilla Nelli, hermana de Plautilla Nelli.
Nelli gozó del favor y la estima de mucha clientela, realizó piezas de gran tamaño y también miniaturas. El historiador de arte del siglo XVI Giorgio Vasari escribió sobre ella, «y en las casas de los caballeros en toda Florencia, hay tantas imágenes, que sería tedioso para intentar hablar de todos ellos». Fray Serafino Razzi , un fraile dominico, historiador del siglo XVI y discípulo de Savonarola, hace referencia a la faceta de Plautilla como profesora, nombrando a tres monjas de Santa Caterina como discípulas suyas.
Lamentación con los Santos (1569)
A pesar de ser autodidacta, Nelli copió obras del pintor manierista Agnolo Bronzino y del pintor renacentista Andrea del Sarto. Su principal fuente de inspiración vino de copias de obras de Fray Bartolomeo, que reflejaba el clasicismo, estilo impuesto por las teorías artísticas de Savonarola. El trabajo de Nelli se diferencia de los otros pintores contemporáneos por el sentimiento elevado y por añadir a cada uno de sus personajes diferentes emociones.
La mayoría de las obras de Plautilla son a gran escala, lo que constituye una rareza en esa época y se caracteriza por plasmar siempre temas religiosos. Al carecer de formación académica en el desnudo, sus figuras masculinas se dice que tienen ciertas características femeninas.
“Lamentación con los Santos” fechada en 1569, que se encuentra en el refectorio del Museo de San Marco, es su obra más conocida y recientemente el Comité Florentino del National Museum of Women in the Arts auspició su restauración. Esta obra muestra con crudeza el dolor emocional por la muerte de Cristo, en los ojos enrojecidos y las lágrimas visibles de las figura.
Madonna con niño y cuatro ángeles (s/f)
Pero en el año 1560 realizó el mural con la escena de “La última cena” a tamaño natural, una obra que mide más de 6 metros de largo y casi 2 de alto. Durante dos siglos el lienzo fue transitando por diferentes lugares y finalmente fue enrollado y guardado un siglo más. Durante los últimos 4 años, el equipo de restauradoras de Advancing Women Artists se han encargado de la restauración de la obra y han hecho posible que, actualmente podamos disfrutarla tal y como la florentina lo realizó.
Ahora, por primera vez, tras más de 500 años, «La última cena» de Nelli tiene el lugar que se merece, en el museo de la iglesia de Santa Maria Novella, donde cuelga junto a obras maestras de artistas como Masaccio o Brunelleschi.
Plautinll Nelli está considerada la primera mujer pintora renacentista de Italia
La última cena (1560)
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