Nació en Polvares (Argentina) en 1885. Conocida como “La Hormiguita” fue la quinta hija de un matrimonio aristocrático, la pareja tuvo 18 hijos, de los cuales vivieron trece. Fue educada por institutrices extranjeras, alemanas, francesas e inglesas con quienes pasó los primeros años de su infancia. A los cuatro años, su padre le regaló un caballo para que le acompañara en sus paseos; así, se convirtió en una excelente jinete, debido a que dedicaba gran parte del día a recorrer los campos. Las obligaciones políticas del padre como diputado, obligaron a la familia a mudarse a vivir a Buenos Aires y Delia fue matriculada en un colegio de monjas italianas, de mentalidad más abiertas en la discusión filosófica y en la curiosidad intelectual.
En 1899, cuando Delia se preparaba para celebrar sus 15 años con una fiesta, su padre se suicidó. La madre se trasladó a vivir a París con sus 13 hijos, para que tuvieran una educación más completa. Las facilidades económicas que disponía la familia le permitieron realizar constantes viajes entre Argentina y Europa, por lo que pudo establecer amistades con los importantes artistas de 1920 que habitualmente se encontraban en la inquieta Francia de la Belle Époque.
Finalizada la Primera Guerra Mundial, Delia se instaló definitivamente en París donde conoció a su primer esposo Adán Diehl Arget, un intelectual argentino residente también en París. Comenzó a estudiar pintura y dibujo con Fernando Léger y André Lothe, por lo que se integró en el mundo intelectual francés y más tarde ejercer como militante del Partido Comunista de dicha ciudad, cuyas ideologías eran afines a la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios.
Delia bordeaba la cincuentena cuando llegó a España. Desmentían sus años una actitud en la que mezclaba humor y sencillez, haciéndose a la vez distante y camarada de todos. España vivía los tiempos de la República, mientras se gestaba la Guerra Civil. Tras la separación de Adán Diehl Arget, cambió su residencia a Madrid y comenzó a estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde rápidamente entró a formar parte de los grupos intelectuales. Por su afán por ayudar a los artistas durante la guerra, Isaías Cabezón la apodó como La Hormiguita, apodo con la que se conoció hasta nuestros días.
En el 1935, conoció al poeta chileno Pablo Neruda cuando éste ejercía de Cónsul de Chile en Madrid, la pareja inició rápidamente un romance que perduró 20 años. Ella tenía 50 años y él 30, pero la diferencia de edad no fue obstáculo para ellos, primó la inteligencia, vitalidad y belleza de Delia. Tras iniciar su vida en común, Delia tomó la decisión de abandonar su carrera artística para convertirse en secretaria y editora de los textos del poeta.
De vuelta a América, su casa se convirtió en lugar de reunión de los grandes intelectuales, artistas y literatos de aquel entonces. En 1949, Neruda tuvo que salir de Chile debido a la persecución que fue objeto por parte del gobierno de Gabriel González Videla. La relación Carril-Neruda se rompió en el tiempo de exilio, ya que el poeta comenzó una relación la que más tarde sería su última esposa, la cantante y escritora chilena Matilde Urrutia.
Tras su separación en 1954, Delia tomó la decisión de dedicarse por completo al dibujo y al grabado. En el Taller 99 realizó obras al óleo, pero que no pudo continuar por las secuelas que le dejó un accidente y que limitó su motricidad, pero fue su empeño gráfico lo que la llevó a destacar, continuó perfeccionando y desarrollando nuevas técnicas de grabado. Creó enormes caballos que no cabían en sus telas. Los dobló, los anudó, los presionó dentro de la tela. Los pintó por dentro y por fuera con huesos y articulaciones, con piel. Con los ojos bien abiertos, cálidos y fuertes, dúctiles…. La Madurez y la deficiencia física no fueron impedimentos suficientes para que la artista siguiera con la producción de obras de gran tamaño.
Delia del Carril murió en 1989, a los 104 años preguntando “¿Llegó ya Pablito?… ¡Siempre viene tarde este hombre! Siempre lo tengo que esperar”.
En el 2002 se inauguró en Chile el Museo «Delia del Carril», en la misma vivienda que habitó «La Hormiguita» junto a Pablo Neruda, durante los años que convivieron juntos en ese país.
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