Annie Louisa Robinson Swynnerton nació en 1844 en el distrito de la clase trabajadora de Hulme en Manchester, la primera de siete hijas de Ann y Francis Robinson.
Retrato de Annie Swynnerton (1928)
Gwenny Griffiths – Colección Manchester Art Gallery
Manchester fue el motor de la Revolución Industrial y una ciudad donde se podían hacer y perder fortunas. Francis Robinson sufrió la última suerte. En la década de 1860, se había convertido en socio de una firma de abogados, que contaba entre sus clientes al novelista Charles Dickens. La familia se mudó a una villa de ocho habitaciones con dos sirvientes en una finca rural cerrada, donde se alentaba el talento artístico de las niñas.
En 1869, Francis fue declarado en bancarrota y la casa de la familia y sus contenidos fueron subastados. Annie, ya sea porque estaba decidida a ser una artista profesional o para poder desarrollar las habilidades necesarias como institutriz, una de las pocas maneras en que las mujeres podían mantener algún tipo de independencia, asistió a la Escuela de Arte de Manchester. Allí ganó la mejor beca nacional y conoció a su amiga de toda la vida, Isabel Dacre.
En 1875, a Annie, Isabel y otros se les permitió finalmente, después de muchas peticiones, unirse a la Academia de Bellas Artes de Manchester, el foro principal en el que los artistas mostraban su trabajo y del que se excluía a las mujeres. Sin embargo, las mujeres siguieron siendo subordinadas, clasificadas como «Lady Exhibiciones», a las que se les impidió ocupar un cargo o asistir a clases de dibujo al natural tan importantes para la formación artística. La misma actitud prevaleció, casi 50 años después, hasta que en 1922 Annie se convirtió en la primera mujer elegida miembro de la Real Academia de las Artes británicas en 1922, a la edad de 78 años y después de una larga lucha.
Oceanid (aproximadamente 1908)
Bradford City Museums and Galleries
Annie e Isabel se fueron a estudiar a instituciones de arte más liberales de Roma y París, a su vuelta crearon la fundación de Pintoras de Manchester en 1880. La simpatía de Annie con la clase obrera se evidencia en los títulos de algunas de sus pinturas, entre ellas «The Factory Girl’s Tryst» de 1880, «The Vagrant» de 1900y «The Olive Gatherers» de 1889. Todas las obras tienen en común una honestidad y un optimismo que refleja la época. Algunas piezas muestran el compromiso de Annie con el movimiento prerrafaelista, bien conocido por su estilo realista combinado con temas mitológicos.
Al mismo tiempo, las obras de Annie traen nobleza y belleza a sus retratos de trabajadores y campesinos comunes, como en “An Italian Mother and Child” de 1886. Los paisajes de Annie tienen aspectos que ya pueden considerarse preimpresionista por el tratamiento de la luz o el movimiento del agua.
Swynnerton vivió en tiempos inciertos y emocionantes para las mujeres. La lucha por el sufragio femenino estaba ganando impulso y las mujeres hacían campaña por la igualdad en muchas esferas, públicas y privadas. Había esperanza y optimismo, pero también ansiedad por lo que podía lograrse, y estos sentimientos están plasmados en una serie de pinturas imaginativas en las que trabajó desde la década de 1890. Un ejemplo típico es «The Sense of Sight», que presenta una figura femenina alada que representa la esperanza para las futuras libertades de las mujeres. Fue una apasionada partidaria de los derechos de las mujeres, a lo largo de su vida participó en la campaña del derecho al voto de la mujer, firmó la Declaración a favor del sufragio femenino de 1889, conoció y pintó los retratos de las principales sufragistas, y fue amiga personal de la familia Pankhurst.
Con ocasión del centenario del derecho al voto de las mujeres en el Reino Unido, la Tate Gallery de Londres expuso el retrato de Millicent Fawcett (1847-1929), la histórica líder del Sindicato Nacional de Asociaciones para el Sufragio Femenino, pintado por Annie en 1930.
The Sense of Sight (1895)
Walker Art Gallery Liverpool
Respecto a su vida familiar, cabe decir que conoció al escultor Joseph William Swynnerton, de quien tomó el apellido, posiblemente mientras ambos vivían en Roma y se casaron en 1883. La vista de Swynnerton se deterioró en sus últimos años que le impidió pintar con normalidad, a pesar de eso, su fama nunca decayó, influyendo de forma importante en artistas de su época y posteriores.
Después de la muerte de su esposo, vivió en Chelsea, Londres y Roma, antes de finalmente establecerse en la isla de Hayling donde murió en 1933. Annie, en su testamento y en memoria de Susan Isabel Dacre, dejó un legado al retratista Francis Dodd, con quien Susan había mantenido una larguísima amistad.
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