Nalini Malani


Nació en Karachi (India) en 1946, un año antes de la separación de India y Pakistán que siguió a la independencia del Imperio británico. Su familia se exilió en Calcuta en 1947, donde su padre encontró trabajo en Tata Airlines (más tarde, Air India). Por el trabajo del padre, se trasladaron de nuevo a Bombay en 1954, donde Malani todavía reside en la actualidad.

El trauma personal y colectivo de la partición de la India, la experiencia temprana del desplazamiento y la condición de refugiada han marcado su biografía y su producción artística.

En 1958 realizó viajó aTokio y París , gracias a que su padre trabaja en una línea aérea. La cultura japonesa y la sección del Louvre sobre Egipto le causan gran impresión.

Entre 1964 y 1969 Malani estudió Bellas Artes en la Sir Jamsetjee Jeejeebhoy School of Art de Bombay, una de las primeras escuelas de arte fundadas por los británicos en la India y en la que se enseña a los alumnos la tradición europea de la pintura al óleo. Durante este período, estableció su estudio en el Bhulabhai Memorial Institute de Bombay, donde convivían artistas. Trasd graduarse, Malani trabajó en cine y fotografía.

Progresivamente, Nalini Malani emergió como figura pionera del cine experimental en la India. Sus obras denunciaban la discriminación que sufrían las mujeres de su país, algo que ha seguido explorando en toda su obra posterior. En su faceta como comisaria, Malani organizó la primera exposición colectiva de artistas indias en 1985 en Delhi.

 Remembering Mad Meg (2007–2019) 

Entender el mundo desde una perspectiva feminista es una vía esencial para alcanzar un futuro más esperanzador, si queremos alcanzar algo parecido al progreso humano.

A principios de la década de los noventa del siglo pasado, Malani fue una de las primeras artistas de la India en romper con la pintura clásica, con las élites culturales y económicas para explorar nuevos medios que le permitieran dirigirse a un público más amplio y construir así el puente entre el arte moderno y el contemporáneo de su país. Desde entonces, los dibujos murales efímeros, el vídeo y otras formas tradicionales de imagen en movimiento, como las linternas caleidoscópicas y los teatros de sombras, se han convertido en ella vehículos de memoria y emoción.

Sus obras se caracterizan por la ampliación de la superficie pictórica en el espacio circundante y culminan en una narración visual en capas que toman la forma de dibujos efímeros en las paredes, juegos de sombras, instalaciones, obras proyectadas y artes escénicas.

Defiende la visión del artista como un activista social. Sus obras suelen estar motivadas políticamente y se centran en temas de desplazamiento, conflicto, política transnacional, con un examen crítico de los roles de género y ramificaciones de la globalización y el consumismo.

Cassandra. Broken 2 (2009)

A lo largo de su carrera artística, se ha esforzado en dar voz a las historias de los marginados de la historia con un enfoque en aspectos humanos y universales del conflicto y la relación entre el explotador y el explotado. La literatura ha sido una fuente recurrente de sus exposiciones.

En 2010, el San Francisco Art Institute le concedió un doctorado honorífico y en 2013 se convirtió en la primera mujer asiática en recibir el premio Arts & Culture Fukuoka. En 2019 recibió el Premio Joan Miró de la Fundación Joan Miró, donde realizó una exposición monográfica en 2020.

https://www.nalinimalani.com
https://ca.wikipedia.org/wiki/Nalini_Malani

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