Lucía Anguissola nació en Cremona (Italia) entre los años 1536 y 1538, según diferentes fuentes. Fue la tercera de las seis hijas de Bianca Ponzone y Amilcare Anguissola, miembro de la baja nobleza genovesa. Como sus hermanas Sofonisba -la más célebre- Anna Maria, Minerva, Elena y Europa, recibió una esmerada educación, incluyendo el estudio del latín, la música y de la pintura a la que se dedicaron en mayor o menor grado todas las hermanas. Como Sofonisba, se especializó en el retrato.
Autorretrato (1557)
Colección Castello Sforzesco, Milán
Formándose inicialmente con su hermana mayor. Los retratos que se le atribuyen son obras de carácter privado, imágenes de familiares, y en el que nos ha dejado un grupo de obras de carácter íntimo y doméstico, trabajadas por medio de un modelado blando y de contornos suaves, una paleta de gama cromática reducida y un tratamiento minucioso de todos los detalles.
Conocemos muy pocas obras firmadas de la artista; en esas firmas, Lucia hace siempre referencia a la filiación de pintora con Amilcare, el «pater familiae» y quien dirigió la carrera de sus hijas. También es frecuente encontrar la referencia a la juventud de la artista, como manifiesta al reseñar su condición de adolescente, lo que a buen seguro pretendía aumentar la valoración del trabajo.
La similitud de su producción artística con la de sus hermanas hace pensar que algunas de sus obras estén atribuidas erróneamente a Sofonisba. Únicamente dos han sido atribuidas a Lucia sin reservas. Se trata del retrato conservado en el Museo del Prado “Pietro Manna, médico de Cremona” que contiene una inscripción en el brazo del sillón: «LVCIA ANGVISOLA AMILCARIS / F. ADOLESCENS. F.».
Pietro Manna, médico de Cremona (1557)
Colección Museo del Prado
El personaje está sentado en una silla de brazos, y se vuelve ligeramente para mirar al espectador con cierta curiosidad. Viste un ropón de mangas largas, con puños de piel, probablemente de marta y sostiene con su mano izquierda una vara con la serpiente enroscada, el símbolo de Esculapio, atestiguando su profesión médica. Tras él unos libros descansan sobre una mesa, creando la sensación de espacio. El retrato de Pietro Manna es un testimonio de la importancia social que habían adquirido algunos médicos de la época..
Además se consideran de su mano una “Virgen con el Niño” antiguamente en el Palazzo Viti de Volterra, un supuesto autorretrato de medio cuerpo en el Castello Sforzesco de Milán, y un retrato de dama, en Roma, Galería Borghese, en ocasiones tenido por autorretrato o por retrato de Sofonisba e incluso de la madre de la artista. Otros dos retratos, en el Museo Tosio Martinengo de Brescia y en el Museo Poldi Pezzoli de Milán se han relacionado también con Lucia o con su hermana Minerva.
Retrato de Sofonisba Anguissola
(1560 – 1565)
Colección particular
Lucia murió tempranamente, lo que explica el escaso elenco de obras de su mano, aunque alguno de sus contemporáneos, como el biógrafo florentino Filippa Baldinucci, la valorará por encima Sofonisba (L. Ruiz Gómez en: Realismo y Espiritualidad. Campi, Anguissola, Caravaggio y otros artistas cremoneses y españoles enlos siglos XVI-XVII, 2007, p. 126) y el historiador Giorgio Vasari cita dos de sus pinturas en su célebre “Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos”.
http://xsierrav.blogspot.com/2020/09/retrato-de-pietro-manna-medico-de.html
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