Marie-Clémentine Valade nació en Bessines-sur-Gartempe – Haute-Vienne (Francia) en 1865, de padre desconocido fue hija de una lavandera viuda, empezó a trabajar a los once años y se hizo acróbata con dieciséis, la valentía arrebatada y un mal giro en el aire le propiciaron dar de bruces al suelo. Esa caída le dejó secuelas permanentes.
Se estableció con su madre y más tarde con su hijo, también de padre desconocido y más tarde famoso pintor, en el barrio de Montmartre de París, donde tuvo la posibilidad de iniciarse como artista.
Su belleza atrajo a muchos artistas de los que fue modelo posando para sus obras y de los que aprendió técnicas pictóricas. Aparece insistentemente en cuadros de Edgar Degas, Henri de Toulouse-Lautrec, Pierre-Auguste Renoir y Pierre Puvis de Chavannes. Asidua a los bares de mala reputación de Montmarte donde la burguesía acudía, Toulouse-Lautrec la retrató en La Buveuse (La Bebedora). La bohemia era una forma de vida, requería ética y estética, y Suzanne Valadon tenía ambas cosas.
Retrato de Erik Satie (1892)
Degas se fijó en las líneas vivas de sus dibujos y pinturas y la animó a continuar pintando, pero fue Toulouse-Lautrec quien quedó encantado al descubrir sus dibujos y decidió ayudarle. Tal es así que un día, bebiendo con sus amigos pintores, mostró uno de estos dibujos y, sin decir quién los había hecho, les pidió que adivinaran. La sorpresa fue saber que la musa, la gran musa guardaba dentro de sí una artista prometedora. Entonces Suzanne salió del cuadro y se convirtió en el sujeto activo. Conoció el éxito en vida y pudo mantenerse pese a las dificultades económicas de su juventud y sacar a su hijo adelante, al que llamó Maurice Valadon pero que luego cambió por Maurice Utrillo, al ser reconocido y adoptado por el ingeniero y pintor catalán Miquel Utrillo. Maurice tuvo una personalidad difícil con episodios de dependencia al alcohol, que complicó bastante la vida de Suzanne.
Valadon fue una artista que se caracterizó por ser muy perfeccionista, se podía pasar años trabajando en sus cuadros antes de pasar a exponerlos. Pintó naturalezas muertas, ramos y paisajes admirados por la fuerza de su composición y colores vibrantes, pero también es conocida por la representación de desnudos. Sus primeras exposiciones a comienzos de 1890, se componían principalmente de retratos, uno de ellos de Erik Satie, con él mantuvo una relación y fue el único amor conocido del músico, que acabó con el corazón destrozado.
Adan y Eva (1909)
En 1894, Suzanne fue la primera mujer en administrar la Société Nationale des Beaux-Arts.
La reina de la bohemia, como así la apodaron, fue caprichosa hasta la extravagancia, llevaba consigo un manojo de zanahorias y tuvo una cabra en su estudio donde alimentaba a sus gatos con caviar todos los viernes.
Se casó en 1896 con el agente de cambio y bolsa Paul Moussis, del que se separó en 1909, a los 44 años, para irse a vivir con el pintor André Utter, de 23 años de edad y con el que finalmente se casó, formaron una tumultuosa unión que duró veinticuatro años. En el lienzo titulado “Adam et Ève” se puede identificar fácilmente a la pareja.
Suzanne Valadon murió de una hemorragia cerebral en 1938, rodeada de sus amigos pintores André Derain, Pablo Picasso y Georges Braque.
Sus obras forman parte de las colecciones del Centro Georges-Pompidou (París) y el Metropolitan Museum of Art (Nueva York).
Deja una respuesta