Julia Wernicke


Julia Wernicke

Julia Wernicke nació en Buenos Aires (Argentina) en 1860. Fue hija del educador Robert Heinrich y de Ida Augusta Beltz von Hagen, ambos inmigrantes alemanes que se casaron en 1851. Debido a la muerte de Augusta, Robert se volvió a casar en segundas nupcias con la hermana de su esposa fallecida, Federica Guillermina Beltz von Hagen, quien se convirtió en madrastra de Julia.

Julia tuvo una educación esmerada. La atraía el dibujo y la pintura. Dibujó y pintó desde la niñez y también escribía poesías y las ilustraba.

A los 25 años de edad, en 1885, Julia Wernicke realizó su primer viaje a Europa. Vivió en Múnich (Alemania) para estudiar con el pintor animalista Heinrich von Zügel miembro de la Escuela de Barbizon que enseñaba en la Real Academia de Bellas Artes de Múnich. Esta educación dejó una huella en la joven durante toda su carrera, se abocó casi exclusivamente a la pintura animalista, una elección inusual para una mujer. Permaneció en Alemania cuatro años y regresó a Buenos Aires.

En Buenos Aires empezó a ser conocida como la primera animalista argentina. Pintaba animales del Jardín Zoológico de Buenos Aires y de sus viajes al campo. A diferencia de su maestro, especializado en pintura de animales de granja y del entorno rural alemán, Wernicke incorporó representación de leones, tigres, gorilas y otros animales “exóticos”, una táctica atípica de inserción en el campo artístico de su país.

Tigres (s/f)

Mientras que las naturalezas muertas y los estudios de animales domésticos eran usuales entre las artistas de la época, la representación de animales salvajes fue explorada exclusivamente por Wernicke, quien gracias a su amistad con Eduardo Holmberg –entonces director del Jardín Zoológico– pudo acceder con su caballete y pinceles para pintar estos animales.

Su cuadro más reconocido de esta época fue “Toros”, más conocido como “Los toritos”, forma parte de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes, aunque a día de hoy no puede contemplarse en el museo. Desde su adquisición hasta que la pintura fue retirada para ser guardada en el depósito en 1950, ocupó un lugar preeminente, junto a otros cuadros considerados ahora obras maestras del arte argentino. Otras piezas de la autora fueron adquiridas por el Museo Yrurtia, de Belgrano, y el Museo Castagnino, de Rosario.

Julia Wernicke, El león, 1901, óleo sobre tela, 62 x 86 cm, Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino

A los 35 años de edad, participó en la tercera exposición del Ateneo de Buenos Aires, en donde se exponían 180 obras de 71 artistas (entre los cuales había 18 mujeres). Wernicke fue una de las dos únicas artistas de la generación del Ateneo que lograron ingresar al Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.

El león (1901)

Colección Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino

Regresó a Alemania donde emprendió otro rumbo: pasó del grabado al aguafuerte. Esta vez no se detuvo en Múnich, vivió en Leipzig, Berlín y Dresde. Colaboró con la artista Catalina Mórtola de Bianchi, juntas trabajaros diferentes técnicas como el aguafuerte, la xilografía, el aguatinta, el barniz blando, la aguada, la punta seca y la litografía.

Su trayectoria y especialización como animalista no han sido bien estudiadas por los historiadores posteriores, pese a haber sido una artista sumamente reconocida en su tiempo, parte de ese olvido se vincula con su carácter de mujer. En muchos casos, el desconocimiento del público de las obras hechas por mujeres se relaciona con decisiones institucionales: el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo Castagnino, por ejemplo, poseen obras de Wernicke pero no las exponen, mientras que el Museo Casa de Yrurtia posee cinco obras de la pintora de las cuales cuatro se encuentran en exposición.

Julia Wernicke falleció el 25 de octubre de 1932 en su Buenos Aires natal.

https://es.wikipedia.org/wiki/Julia_Wernicke

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