María del Pilar Moreno Blasco nació en Madrid en 1933, en el seno de una familia liberal que abandonó la capital para trasladarse a vivir en Valencia y dónde pasó parte de su infancia. Pronto la familia regresó a Madrid y la cruel posguerra la convirtió en una adolescente introvertida que se refugiaba en la cultura y la pintura para alejarse de la realidad, lo que le proporcionó un rico mundo interior.
Se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde ingresó en 1954 para cursar los estudios de Bellas Artes, especializándose en pintura. Esta etapa marcaría su vida, no sólo en lo profesional, sino también en lo personal. Allí conoció a sus amigos y compañeros artistas Antonio López García, Isabel Quintanilla, Amalia Avia, los hermanos Julio y Francisco López Hernández y Lucio Muñoz (quien pronto se pasaría a la abstracción, pero que nunca abandonaría el vínculo con el grupo). Este nutrido grupo ha recibido distintos calificativos, como realismo madrileño, figuración madrileña, hiperrealistas, o Escuela de Madrid.
En el grupo se formaron varias parejas Amalia Avia se casó con Lucio Muñoz, Esperanza Parada con Julio López, Isabel Quintanilla con Francisco López y, María Moreno, tras licenciarse en 1960 y convertirse en profesora de dibujo, con Antonio López. Cuatro mujeres artistas cuyas producciones pictóricas parecen ensombrecidas por el brillo de sus compañeros, cuatro mujeres “generosas” que pese a la calidad de su obra permanecen en segundo plano. Unas, dedicadas a las tareas del hogar y el cuidado de sus hijos e hijas tuvieron que dejar de pintar; otras siguieron haciéndolo en su ámbito doméstico.
María se licenció en 1960 y se convirtió en profesora de dibujo. En 1962, un año después de casarse tuvo la primera de sus hijas y en 1965 a la segunda. Entre embarazos, partos y post partos, además de cuidados y crianzas, siguió pintando la realidad intimista que le rodeaba, su mundo concebido en pasillos, escaleras, ventanas interiores, búcaros, flores, bodegones, escenas del ámbito doméstico trazadas desde la ventana de su estudio desde dónde observaba el jardín que ella misma cuidaba. Pintura de género de la mano del género. Desde los años setenta del siglo pasado, la obra de María Moreno comenzó a mostrarse y a formar parte de colecciones internacionales. Teniendo gran repercusión las exposiciones que se celebraron en Alemania y Reino Unido dedicadas a la Nueva Figuración de Madrid.
Jardín de Poniente (2003) Colección de la artista
Sus exposiciones individuales han sido menos numerosas, pero han tenido un gran impacto en el conocimiento de su obra por parte de coleccionistas nacionales e internacionales. En 1973 expuso en la galería de Ernst Wuthenow en Frankfurt, quien además organizó varias y relevantes muestras dedicadas al realismo español practicado por María y algunos de sus compañeros. En 1990, el galerista parisino Claude Bernard convenció a la pintora para que expusiera en su galería; exposición que cosechó buenas críticas de público y crítica.
En los últimos años su obra ha formado parte de varias muestras colectivas, siendo especialmente significativas tanto la realizada en 1991 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid que llevó por título “Otra realidad. Compañeros en Madrid”, como la del 2016 “Realistas de Madrid” en el Museo Thyssen-Bornemisza. La primera fue clave en la comprensión de la figuración madrileña surgida en los años cincuenta, en el contexto del arte que se hacía por otros contemporáneos y compañeros; mientras que la segunda ofreció la oportunidad de poner en perspectiva la obra de estos artistas tras sus largas trayectorias.
Además de en numerosas colecciones privadas, su obra está presente en las siguientes colecciones públicas: Fundació Sorigué, Lérida; Artium, Vitoria; Museo de Arte Contemporáneo de Toledo; Colección Iberdrola, Bilbao; Kupferstichkabinett, Kunsthalle, Hamburgo.
Gran Vía II (1990) Colección de la artista
El conjunto de la obra de María Moreno que es de una indudable calidad pictórica, es un ejemplo más las muchas mujeres artistas a la sombra de artista hombre al que se le ha reconocido la genialidad. Otro ejemplo de opacidad de lo femenino ante lo masculino, de la renuncia ante el triunfo, de invisibilidad frente al éxito, del cumplimiento de estereotipos y roles de género.
María Moreno falleció a los 87 años en Madrid, la ciudad que la vió nacer.
http://www.rtve.es/fotogalerias/maria-moreno-su-obra/158535/24/24
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