Carolina del Castillo y Díaz nació en 1867, el seno de una familia burguesa y acomodada. Hija del ingeniero Justo del Castillo Quintana y de Carolina Díaz de Calderón y Cifuentes. Desde niña se sintió atraída por la pintura, el dibujo y la música, aunque no fue hasta la madurez de su vida cuando se volcó de lleno en el arte.
Autorretrato (s/f)
Colección particular
Se dedicó a la pintura de forma absolutamente vocacional, no queriendo nunca (excepto en una única ocasión, que se sepa), vender sus cuadros, por lo que la mayor parte de su producción se halla en manos de familiares y colecciones privadas. Contrajo matrimonio con el médico militar Gonzalo del Campo y del Castillo con quien tuvo seis hijos. Tras el fallecimiento de su hijo Felipe en 1906 y de su hija Margarita tres años después, la pintura se convirtió en un refugio para la artista y empezó a recibir clases del pintor José Nicolau Huguet.
Camino del Llosón (Jove) (1921)
Colección Museo de Bellas Artes de Asturias
Carolina del Castillo fue una notable retratista, abordando con frecuencia temas infantiles. Aunque cultivó otros temas como el paisaje y el bodegón. Sus retratos se caracterizan por representar el entorno emocional de sus personajes con admirable habilidad y fue la primera mujer asturiana que se atrevió a pintar modelos desnudas. En sus cuadros quiso plasmar lo instantáneo con una técnica impresionista, de pintura rápida, a veces utilizando directamente los tubos, sin pincel ni espátula, centrándose en lo que quiere plasmar y dejando a veces sin pintar algunas zonas del lienzo.
Su estilo fue evolucionando desde sus primeras obras más clásicas, que provienen de una formación apegada a los cánones de la figuración tradicional, a un estilo personal, rápido y de riqueza cromática, de postulados impresionistas a partir de su contacto con Cecilio Pla.
Participó en las Exposiciones Nacionales de 1908, 1910. y 1912, obteniendo «Mención honorífica» en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en 1908, con la obra «El alma de la casa». Ese mismo año también se alzó con la «Medalla de plata» en el Certamen dedicado al «Primer Centenario de los sitios de Zaragoza» y al año siguiente fue «Medalla de cobre» en «La Exposición Regional Gallega» de 1909, celebrada en Santiago de Compostela.
Retrato femenino (1924)
Colección Museo de Bellas Artes de Asturias
Carolina viajó frecuentemente a Madrid y frecuentó el Museo del Prado donde copió a los grandes maestros, sobre todo a Velázquez. Firmaba en esta época sus obras con el pseudónimo KROL-INA. A partir de 1914 la familia trasladó su residencia a Madrid, y en dos ocasiones participó en el Salón de otoño que se celebró en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid. En esta época firmó sus cuadros con su nombre completo. Carolina del Castillo y formó parte de la élite intelectual organizando tertulias que realizaba en su casa.
Desnudo (s/f)
En 1927 regresó definitivamente con su familia a Gijón, donde murió el 24 de octubre de 1933. El último inventario de sus obras realizado constata la existencia de 169 cuadros a óleo y 37 dibujos, en posesión de la familia. Aunque se estima que hay más obras en colecciones privadas. Este dato sitúa la obra de la artista entre las más importantes pintoras españolas de su época.
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