Tamara de Lempicka


María Górska nació en Varsovia (Polonia), aunque otras fuentes citan que pudiera haber sido en Rusia, en 1898, en el seno de una rica familia de la alta sociedad ,rodeada siempre de todo tipo de lujos. Inquieta y con carácter, Maria vivió una infancia feliz hasta que sus padres se separaron, entonces su abuela se hizo cargo de ella. En 1911 viajó con su nueva cuidadora a Italia donde descubrió  su gran pasión por el arte, aunque ya había demostrado un exquisito gusto estético, tanto en el mundo de la moda, como en el del interiorismo. Pero su interés por la producción artística venía desde su infancia, ya que con sólo 10 años había realizado un retrato de su hermana.

Estudió en Suiza y pasó las vacaciones con su millonaria familia en San Petesburgo (Rusia). Su periodo juvenil coincide con el tiempo entre guerras, circunstancia que le marcó de por vida, se formó a base de tesón y por la capacidad de aprovechar las pocas oportunidades que a las mujeres de esa época se le ofrecían. Destacó siempre por su dotada inteligencia, belleza y sensualidad, y con una aparente seguridad en sí misma que le hacían acaparar el interés de las miradas de quienes le rodeaban.

En una de sus estancias en la ciudad rusa, Maria conoció al rico y afamado abogado Tadeusz Lempicka, del que se enamoró cuando apenas contaba dieciocho años. Acababa de estallar la Primera Guerra Mundial pero la contienda no afectó a la pareja que vivió unos años de luna de miel.

Fue la revolución rusa la que truncó temporalmente la felicidad de la pareja. Tadeusz estaba comprometido ideológicamente con la causa de la nobleza rusa y fue encarcelado por las fuerzas bolcheviques, pero la valentía de la entonces Tamara de Lempicka consiguió liberar a su marido y juntos huyeron a París donde fijaron su residencia.

En la capital francesa nació su única hija, Kizette. Durante esos años continuó estudiando y empezó a ganar fama entre la alta sociedad parisiense gracias a sus elegantes y glamurosos retratos y en 1925 Tamara mostró su obra al gran público y consiguió hacerse un nombre en el mundo de la pintura, creando preciosos cuadros llenos de color y fuerza expresiva. Lienzos con retratos elegantes, lujosos, con formas simples pero que contrastaban con sus vibrantes colores. Su éxito profesional se vio ensombrecido por su fracaso matrimonial, dos años más tarde se divorciaron.

My portrail in the green Bugatti (1929)

El inicio de la Segunda Guerra Mundial hizo que Tamara y su hija, junto con la nueva pareja de la artista, Raoul Kuffner, se mudaran a América. Primero se instalaron en Beverly Hills y después en Nueva York donde además de pintar, se dedicó al interiorismo.

Cabe destacar que en sus imágenes Tamara dejó constancia de la nueva mujer con derecho al voto y una presencia social cada vez más palpable. En ellas aparecen hablando por teléfono, conduciendo, esquiando… y en muchas ocasiones esas mujeres permanecen desnudas siendo plenamente conscientes de su voluptuosidad transmitiendo una sensualidad que en muchas ocasiones rozan el erotismo. La obra de Lempicka se centra fundamentalmente en retratos femeninos, sus mujeres también pueden ser etéreas, con ropajes flotantes. Algunas opiniones elevan su retrato de “Blue woman with a guitar como la versión Déco de la Gioconda de da Vinci.

Dos años antes de la repentina muerte de Raoul, Tamara había empezado a experimentar con otros estilos abandonando el Art-decó para sumergirse en la abstracción. Pero este cambio no gustó a la crítica de Nueva York. A pesar de ello, Tamara continuó pintando, pero desde entonces no volvió a conseguir los mismos éxitos que en los años dorados enamoraron a la alta sociedad parisina.

En 1966 el Museo de las Artes Decorativas de París organizó una exposición conmemorativa del arte en los años 20. Poco tiempo después, en la Galería de Luxemburgo, se organizó una retrospectiva de Tamara de Lempicka. La pintora del art decó era redescubierta muchos años después y a día de hoy sus obras gozan de una gran revalorización, podría decirse que durante mucho tiempo fue objeto de colección del mundo relacionado con Hollywood

Blue woman with guitar (1929)

Con 80 años se trasladó junto a su hija a vivir a México. Dos años después, mientras dormía, la vida de Tamara se apagó. El escultor mexicano Víctor Manuel Contreras arrojó sus cenizas en el cráter del volcán Popocatépetl.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *