Renee Cox nació en 1960 en Colgate (Jamaica), en el seno de una familia de clase media alta, que más tarde se instaló en Scarsdale, Nueva York. La primera ambición de Cox fue convertirse en cineasta.
Desde el principio, su obra mostró una profunda preocupación por los temas sociales y empleó inquietantes imágenes religiosas. En It Shall be Named (1994), el cuerpo distorsionado de un hombre negro, compuesto por once fotografías separadas, cuelga de una cruz, pareciéndose tanto a un linchado como a Cristo crucificado.
En su primera exposición individual en una galería neoyorquina en 1998, Cox se convirtió en el centro de atención. Vestida con el colorido atuendo de una superheroína negra llamada Raje, Cox apareció con una serie de grandes fotografías en color.
En una de ellas se alzaba sobre un taxi en Times Square. En otra, rompía cadenas de acero ante un volcán en erupción. En la imagen más llamativa, titulada The Liberation of UB and Lady J (La liberación de UB y Lady J), rescataba las etiquetas de las figuras publicitarias estereotipadas de raza negra. Esta fotografía apareció en la portada del periódico francés Le Monde.
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Son imágenes elegantes y llenas de color, su gran formato y la poderosa belleza de la figura aumentan el impacto visual de la obra, haciendo que la política de Cox sea clara y atractiva.
La fotografía que creó más controversia cuando se mostró en una exposición de fotografía negra en el Museo de Brooklyn de Nueva York en 2001 fue Yo Mama’s Last Supper. Una nueva versión de la Última Cena de Leonardo Da Vinci, con una Cox desnuda en lugar de Jesucristo, rodeada de discípulos negros, excepto Judas, que era blanco. Muchos católicos romanos se indignaron ante la fotografía y el alcalde de Nueva York, Rudolph Guiliani, pidió que se creara una comisión para establecer «normas de decencia» que impidieran la exhibición de este tipo de obras en cualquier museo neoyorquino que recibiera fondos públicos.
Cox sigue superando los límites de su trabajo utilizando las nuevas tecnologías que ofrece la fotografía digital. Trabajando a partir de sus archivos y fotografiando nuevos temas, Cox intenta superar los límites de su obra anterior y crear nuevas conciencias del cuerpo. El nuevo trabajo de Cox pretende «liberar el potencial de lo ordinario y llevarlo a un nuevo reino de posibilidades.
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Renee Cox es una de las artistas afroamericanas más controvertidas de la actualidad, que utiliza su propio cuerpo, tanto desnudo como vestido, para celebrar la feminidad negra y criticar a una sociedad que a menudo considera racista y sexista.
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