Franciska Clausen nació en 1899 en Aabenraa (Dinamarca). Hija de Peter Clausen y Christine Olufsen, cuando nació su ciudad formaba parte de Alemania.
Estudió arte en Alemania y Francia entre los años de 1916 y 1930. En 1916 ingresó en la Escuela de Arte de Weimar, predecesora de la escuela del Bauhaus.
Franciska Clausen. Autorretrato (2018)
En 1918 se trasladó a Múnich para continuar con sus estudios en The Women’s Academy, realizando primordialmente retratos. Regresó por un periodo de tres años (1919-1921) a Copenhague, pero dado que Alemania y Francia eran epicentros de los movimientos de vanguardia artística, decidió regresar a Múnich.
Fue alumna de László Mogoly-Nagy, quien la introdujo a la abstracción y al uso del collage, y de Fernand Léger. Este último al lado de Piet Mondrian, impulsarían su obra en París, mientras que Mogoly-Magy lo hacía en Berlín. En 1923 formó parte de la exposición de arte de Berlín como miembro del Novembergruppe. Más tarde Franciska se referiría a esa etapa en el extranjero como «los años heroicos».
The Bar (1927)
En 1924 se trasladó definitivamente a París. Ahí ingresa a la Académie Moderne. Tras concluir sus estudios, se empleó como asistente de Léger en algunas de sus pinturas, como en “Composición de perfil: cuchillo y figura” (1926). Ahí convivió con otras artistas como: Nadia Chodasiewicz-Grabowska, Florence Henri, Wanda Wolska, Nechama Szmuszkovicz y Alexandra Exter, con quienes conformó el grupo de arte abstracto Circle et carré.
Su obra fue elegida por Marcel Duchamp y Katherine Dreier para formar parte de la exposición organizada por su Sociedad Anónima en Nueva York en 1926, donde se mostraron obras de distintos artistas de la Vanguardia. Entre los años 1928 a 1933 dirigió su creatividad hacia el diseño, proyectando distintos textiles, alfombras, papel tapiz, cortinas y cubiertas de libros.
The Screw (1926–28)
Expuso en su país natal en el año 1932, sin embargo, no tuvo mucho éxito. Debido a este fracaso, Clausen viró hacia el Surrealismo y a hacer retratos. En la década de los cincuenta resurgió el interés en su obra abstracta, por lo que ella retomó este estilo hasta la fecha de su muerte en 1986. Durante sus últimos años gozó de reconocimiento gracias a su trabajo temprano, pionera de las Vanguardias y actualmente ocupa un lugar importante en la historia del arte de Dinamarca.
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