Teodora Sofía Catarineu Guillén, más conocida como Dora Catarineu, nació en Cartagena (Murcia) en 1946 en el seno de una familia de tradición artística, con una madre pintora y un padre abogado, pero muy aficionado al arte. Es nieta del poeta y dramaturgo Ricardo Catarineu, perteneciente a la Generación del 98.

En su primera juventud vivió en Sevilla, donde estudió en la Escuela de Aparejadores y en la Escuela Náutica, al mismo tiempo que asistió a clases con el bailaor Enrique «El Cojo». Con 23 años, contrajo matrimonio y volvió a su Cartagena natal.

Sus primeras exposiciones individuales se realizaron  en La Económica de Amigos del País de Cartagena, en la Galería Zen de Molina de Segura y en el Ateneo de Madrid (1987). Sus obras estuvieron presentes en varias exposiciones de diversas galerías de Alemania, en las ciudades de Kassel4 (1987), Bonn (1988) y Hofgeismar (1988), consiguiendo una amplia repercusión en la crítica alemana. En este periodo, Catarineu comenzó su preocupación por el papel de la mujer en el arte y reivindicó a las creadoras de la Región de Murcia y surgió el estilo que la propia autora denominó “expresionismo de escombreras”, dado que tuvo su estudio en el poblado de la refinería de Escombreras.

EL ALMANAQUE (1998/99)

Formó parte del grupo Boria​ donde se hacía llamar Teo. En este grupo estuvo junto a otras cinco artistas de Cartagena: Dori Martínez Bergman, Antonia Huertas Gallego, Concha García, Manoli Escalante de Sagazan y María de las Huertas González Bezos.

Creó un taller de escultura y cerámica junto al escultor Manuel Ardil Pagán, donde creaba e impartían clases, además de servir de centro cultural en el que presentaron publicaciones y realizaron recitales de poesía.

Tal y como consta en su propia página oficial: Catarineu ha pasado los años viendo el mundo del arte con una cierta perspectiva, sintetizó mejor que ningún artista murciana una serie de preocupaciones estéticas como sociales, que se han mantenido dentro de una apreciación general, el discurso teórico que acompaña a la obra, es la propia Dora.

Se puede entenderla su obra dentro de dos parámetros, por un lado, surge de la necesidad de romper con la hegemonía estética de la generación abstracta de moda en el ámbito internacional y, por otro, de adoptar un papel activo dentro de la realidad social de Cartagena y de la Región de Murcia. A lo anterior, se une su condición de mujer artista en unos años donde trabaja con un discurso a contracorriente de las normas estéticas, también de los parámetros sociales posteriores a la autarquía, circunstancia que hondan en su carácter rebelde e inconformista ante las normas establecidas.

Su obra fue expuesta en ciudades representativas del arte contemporáneo de Europa y Asia, estando presente en colecciones y museos de Osaka, Tokio, Bonn, Dusseldorf, Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Murcia.

TODOS LOS CICLISTAS QUIEREN IR AMARILLO (1999)

En 2018, el Museo Regional de Arte Moderno (Muram) acogió la primera exposición antológica de la obra de Catarineu.

https://es.wikipedia.org/wiki/Dora_Catarineu

http://doracatarineu.com/