Faith Ringgold nació en Harlem, Ciudad de Nueva York (Estados Unidos) en 1930. Creció en un ambiente que estimuló su creatividad. Su madre, Willie Posey Jones, era diseñadora de moda y su padre Andrew Louis Jones escritor de cuentos.
Inició su carrera como pintora en los años 50, tras terminar sus estudios artísticos. Aunque rápidamente se reconoció su talento, muchas galerías no se encontraban cómodas con su trabajo, por lo que no vendió mucho.
Muchas de sus primeras pinturas representaban la cultura del momento, ilustrando el racismo subyacente en actividades diarias, reflejando las experiencias que vivió durante el Renacimiento de Harlem. Estas temáticas adquirieron madurez durante el Movimiento de Derechos Civil y el movimiento feminista. Como ferviente activista por los derechos civiles y la igualdad de género, Faith Ringgold ha producido una obra esencialmente política.
En 1968, junto con sus amigas y también artistas Poppy Johnson y Lucy Lippard, fundó el Ad Hoc Women’s Art Committee y organizaron una protesta por una exposición en el Whitney Museo de Arte Estadounidense, reclamando que el cincuenta por ciento de la exhibición fuera destinado a arte hecho por mujeres y de ellas el 50% fueran negras.
Las bananas de Jo Baker (1997)
A principios de la década de 1970, abandonó los óleos tradicionales para pintar en acrílico sobre lienzos sin estirar con bordes de tela, una técnica que imita los thangkas tibetanos (pinturas de seda con bordados). Denuncian el racismo y la discriminación con historias contadas a través de imágenes y textos escritos a mano.
En el verano de 1972 viajó a Europa con su hija Michele Wallace, también artista. Mientras Michele fue a España a visitar a unos amigos, Ringgold continuó su viaje por Alemania y los Países Bajos. En Ámsterdam, visitó el Rijksmuseum, lo que se convirtió en unas de las experiencias más influyentes en su trabajo más maduro y, más tarde, dio pie a su trabajo pintando colchas o edredones. En el museo, observó una colección nepalí de los siglos XIV y XV, una serie de pinturas enmarcadas con brocados de tela.
También continuó pintando y en 1973 comenzó a experimentar con la escultura como medio nuevo para documentar la realidad de su comunidad y acontecimientos nacionales. Su obra va desde máscaras a la representación de personajes reales o ficticios. Hizo una serie de 11 máscaras a la que llamó “Witch Mask Series”, en colaboración también con su madre. Quiso que esta obra tuviera tanto “identidad espiritual como escultórica”, enfatizando el hecho de que las máscaras podrían también llevarse puestas, no eran meramente objetos para ser colgados.
he Sunflower Quilting Bee at Arles (1992)
Al regresar a Estados Unidos produjo “The Slave Rape Series” una serie en las que mostró el sufrimiento de las mujeres africanas capturadas y vendidas como esclavas. Invitó a su madre a colaborar en este proyecto ya que por entonces era una diseñadora de moda muy popular en Harlem. Esta colaboración finalmente dio lugar a la elaboración de su primera colcha, titulada «Echoes of Harlem en 1980», desde entonces es la actividad más reconocida de esta artista.
Faith Ringgold se convirtió en la primera mujer negra en exponer individualmente en The Spectrum Gallery en Nueva York en 1967 y 1970. Sus logros como artista, docente y activista han sido reconocidos con 75 diferentes premios en su haber, como el doctorado honorario de Bellas Artes.
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