Nació en Madrid en 1898 y fue hija de Francisca Herrero Fernández y de Manuel Pérez Calvo. Le cabe la peculiaridad de haber sido una de las primeras artistas españolas que pudo formarse en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Dadas sus excelentes calificaciones, estuvo pensionada en el Monasterio de Santa María de El Paular con el fin de perfeccionar sus técnicas pictóricas y siendo la única mujer en esas fechas. Además, compartió beca con compañeros tan reconocidos como Timoteo Pérez Rubio (marido de la escritora Rosa Chacel). Esta estancia supuso un reconocimiento añadido a su trayectoria y al año siguiente, expuso en el Primer Salón de Otoño de Artistas Independientes de Madrid, celebrado en el Palacio de Exposiciones del Parque del Retiro de la misma ciudad. Desde entonces se especializó en la pintura de paisajes.
Celebró una exposición en los salones del Circulo de Bellas Artes cuando aún no había salido de España, y su concepto del paisaje tuvo un gran reconocimiento de la prensa especializada, que destacó siempre la juventud de la artista.
El Paular (1930)
A raíz de la exposición de sus obras en 1923, la Junta de Ampliación de Estudios concedió a María Luisa el disfrute de una modesta pensión. Tras un banquete en su honor el viernes 27 de abril de ese mismo año, se trasladó a vivir a París, recorriendo a su vez Bélgica e Italia. Parte de su obra, compuesta de paisajes de París, Brujas y otras ciudades, fue expuesta en su vuelta a Madrid en la VI edición del Salón de Otoño de 1925.
Parece posible que en Bélgica acusara la crisis de la luz, ya que hasta entonces su pintura había sido ejecutada bajo el radiante cielo madrileño, que tanta crudeza lumínica había plasmado. Sus obras de Flandes muestran el triunfo de la sensibilidad de la pintora, que fue capaz de plasmar las formas y colores de los cielos sórdidos y gríseos.
Los paisajes de Brujas, Ámsterdam, Versalles, Saint-Cloud o los jardines de Luxemburgo fueron algunos de los rincones representados en las 21 obras expuestas en 1927 en el salón del Lyceum Club de Madrid, del que era socia, y también en el Salón de Amigos del Arte de 1928.
Tierra charra (1929)
A su fallecimiento prematuro a los treinta y seis años, la crítica del arte comentó que Pérez Herrero posiblemente fue la pintora más importante con que contó el arte español de la época que, sin despojarse de “la feminidad”, su pintura apareció sólida y vigorosa.
En el contexto actual María Luisa Pérez Herrero está considerada como una de las mujeres que formaron el grupo de Las Sinsombrero, el movimiento que toma su nombre de una anécdota protagonizada por Maruja Mallo, Margarita Manso, Federico García Lorca y Salvador Dalí.
https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Luisa_P%C3%A9rez_Herrero
Extractado de “La voz de la mujer”, 12 de diciembre de 1925
Extractado de «La Época», 28 de mayo de 1934
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