Kati Deutsch, más tarde Kati Horna, nació en Szilasbalhás (Hungría) en 1912, fue la menor de tres hermanas de una familia judía acomodada, ya que su padre fue banquero.
Desde joven su madre le insistió a hacer una carrera profesional para ser autosuficiente económicamente; por ello, en 1931 se trasladó a Berlín, para aprender el arte de la fotografía. Allí se relacionó con el grupo de Bertold Brecht y con la Bauhaus, al mismo tiempo que trabajaba para la agencia Dephot (Deutsche Photodients).
Con la escalada del nazismo, Kati Deutsch regresó a Budapest, para encontrarse con la noticia de que su padre ya había sido apresado. En ese momento, su madre decidió financiarle un curso en el taller del fotógrafo Jósef Pécsi, a quien Kati consideró siempre como su maestro.
Una vez finalizado el curso en 1933, Kati huyó a París, donde trabajó retocando fotografías de moda y fotos fijas para cine. Ahí conoció y convivió y fue pareja del fotógrafo Endre Friedmann, que más tarde lo hizo como pareja profesional de Gerda Taro, bajo en nombre de Robert Capa.
En la capital de Francia completó su formación y realizó varios reportajes para la agencia Agence Photo. De esta época son sus famosos trabajos titulados “El mercado de las pulgas” de 1933 y “Reportaje de los cafés de París” de 1934.
Tres niños delante de un palacio convertido en escuela (1937)
ARCHIVO FOTOGRÁFICO OPE-CNT-FAI-IISG
Mientras, surgió su primer encuentro con el movimiento surrealista, debido a su acercamiento a la Asociación de Artistas Alemanes de París, que se reunían en el Café des fleurs en Montparnasse. Con uno de ellos, Wolfang Burger, desarrolló la serie “Hitler Eye” con imágenes de un huevo parodiando a Hitler.
En 1936 estalló la guerra civil española. Kati, con su cámara Rolleiflex y sus ideales anarquistas, viajó a Barcelona y a Valencia. Realizó este viaje como fotorreportera contratada por la Confederación Nacional del Trabajo para retratar la situación en los pueblos colectivizados de Aragón, que tenían como objetivo servir de propaganda al gobierno republicano en el exterior del país. Durante esa misma época, otras fotógrafas, como Tina Modotti y Gerda Taro, llegaron a España para documentar la lucha armada.
En Barcelona, Kati trabajó para distintos organismos y publicaciones republicanas. Entre ellos destaca su trabajo como colaboradora en las publicaciones anarquistas “Tierra y libertad”, “Tiempos nuevos” y “Mujeres libres”, también fue redactora de la revista “Umbral: semanario de la Nueva Era”, donde conoció a José Horna, con quien se casó y tomó el apellido. A la vez fotografió la vida cotidiana en distintas poblaciones, imágenes que han sido reconocidas por su emotividad.
José Horna en esos momentos trabajaba como cartógrafo para el bando republicano. Sin embargo, pronto fue apresado por el nacional, pero la pareja pudo huir a París, llevándose los negativos. Documentos que no mostró hasta el año 1979, cuando la democracia volvió a instaurarse en España. Gracias a su donación, desde entonces los negativos don propiedad del Ministerio de Cultura.
Con la invasión nazi en Francia, al no tener los papeles en regla, la pareja decidió solicitar ayuda a la Embajada Mexicana, que por órdenes del presidente Lázaro Cárdenas estaba aceptando a personas refugiadas. Una vez establecidos en México, Kati Horna se reencontró con su amigo Chiki Weisz, quien era pareja de la pintora surrealista Leonora Carrington.
La amistad que Kati Horna estableció con las pintoras surrealistasRemedios Varo y Leonora Carrington sería de gran relevancia, no sólo para su vida en México, sino para su obra. En 1943 las tres vivieron en la colonia Roma, por lo que compartieron gran parte de su tiempo y sus labores cotidianas. De ahí surgieron una serie de retratos e imágenes surrealistas donde Horna colaboró activamente con las pintoras.
Subida a la catedral de Barcelona (1938)
Colección Manuel Álvarez Bravo
Otra de sus facetas fue la de fotógrafa de arquitectura, en la que participó haciendo memoria de distintas construcciones. Algunas de estas fotografías aparecieron en las revistas Arquitectos de México, Arquitectura ENA, Obras, Arquitectura y Calli.
Kati Horna falleció en el 2000. Su trabajo es actualmente motivo de frecuentes exposiciones y homenajes tanto en España, como en México principalmente. Sin embargo, se cree que su trabajo no es suficientemente conocido ya que en vida se negó a participar en exposiciones, por lo que gran parte de sus fotos, especialmente su obra surrealista, fueron encontradas por su hija después de su muerte.
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