Marie Françoise Gilot nació en Neuilly-sur Seine (Francia) en 1921. Hija de un agrónomo, y de una artista acuarelista. Un dato curioso sobre su infancia es que comenzó a escribir con la mano izquierda, pero que a la edad de cuatro años su padre la obligó a escribir con su mano derecha. Como resultado, la pequeña Françoise se volvió ambidiestra.

Emile Gilot fue un hombre culto que trabajó como fabricante químico y agrónomo, y supervisó toda la educación de sus hijas. Con tan sólo seis años Françoise ya tenía un buen conocimiento sobre mitología griega y a los catorce años ya había leído a autores como Edgar Allan Poe, Charles Baudelaire o Alfred Jarry. Mientras el padre esperaba a la joven formada como científica o abogada, el interés de ella era por el arte, por lo que frecuentaba museos aprender de los grandes maestros.

Estudió en el Instituto Británico de Paris y se graduó en la Sorbona con una licenciatura en Filosofía, en 1938. Al año siguiente en la Universidad de Cambridge en la que obtuvo su licenciatura en inglés, paralelamente no olvidó su interés por la pintura y tomó clases de arte. Descubrió que no estaba equivocada, que el arte era su verdadera pasión, por lo que organizó un estudio en el ático de la casa de su abuela.

Durante 1939, y por insistencia de su padre, Gilot fue enviado a Rennes para cursar la carrera de Derecho Internacional, pero a la edad de 19 años abandonó sus estudios para dedicar su vida definitivamente a su vocación, uniéndose a los movimientos artísticos de París.

Y como una alternativa para continuar su incipiente carrera artística y convertirse en una profesional de renombre decidió ponerse en contacto con Picasso para que le diera clases particulares.

Ventana francesa en azul (1939)

El pintor malagueño no sólo la aceptó como alumna, sino que además la convirtió en su modelo preferida. Françoise tenía apenas 21 años y él 61 cuando se convirtieron en pareja. La joven colaboró con el descubridor del cubismo y contribuyó con su trabajo al desarrollo de la etapa ceramista. Françoise formó parte del grupo de artistas de la talla Henri Matisse y Georges Braque, pero su arte no aparece influenciado por ninguno de ellos, ni siquiera el de aquella época. A sus 21 años, Françoise Gilot fue una de las artistas más respetadas de la Escuela emergente de París, un movimiento que luchó por el reconocimiento durante los años de la ocupación.

Cuando comenzaron su unión, el pintor aún estaba comprometido con Dora Maar por lo que esta nueva relación con Gilot causó a Dora graves problemas emocionales. Por el contrario, Françoise es conocida como la única mujer que abandonó a Picasso.

En la convivencia de ese periodo Gilot no sólo se convirtió en modelo del pintor, también fue la madre de dos de sus hijos: Claude y Paloma. En el otoño de 1953, terminó la relación. Picasso indignado por haber sido supuestamente abandonado, puso el mundo artístico de París contra la que fue su pareja durante diez años. Françoise en colaboración con Carlton Lake escribió “Life with Picasso”, un libro que vendió más de un millón de copias en docenas de idiomas y que el pintor intento detener antes de su publicación. A partir de entonces, Pablo se negó a ver a sus hijos y no volvió a hacerlo nunca más. Todas las ganancias de la publicación se utilizaron para ayudar a Claude y Paloma en los gastos judiciales para convertirse en herederos legales de Picasso.

Gilot siguió formando parte del mundo del arte y en 1973 fue nombrada Directora de Arte de la revista académica Virginia Woolf Quarterly. En 1976 formó parte de la junta de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Sur de California. Allí realizó cursos de verano y asumió responsabilidades de organización hasta 1983. A lo largo de los años 80 y 90, también diseñó vestuarios, escenarios y máscaras para producciones en el Guggenheim de Nueva York. En 2018 publicó una edición facsímil de los bocetos que realizó durante sus viajes a India, Senegal y Venecia entre los años 1974 y 1981.

Rojo y oro (1978)

Según el crítico de arte Mel Yoakum, después de setenta años, Françoise Gilot continúa trabajando como pintora, utilizando la forma y el color de una manera personal y universal. Su obra transciende lo conocido; la utiliza para transformar y extender las percepciones y para estimular a los espectadores hacia nuevos conocimientos y experiencias. En sus pinturas más recientes las fuerzas de la naturaleza, el tiempo y el espacio son sus tema favoritos, con ellas puede demostrar que se puede mantener la vitalidad de una tradición y, al mismo tiempo, avanzar hacia otros territorios del mundo del arte.

Françoise Gilot falleció en 2023 en Nueva York a la edad de 101 años. Fue una feminista convencida; no en vano fue condecorada con la Legión de Honor de Francia, por su trayectoria como escritora y pintora, así como por su labor en favor de los derechos de la mujer.

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