Mari Chordà Recasens nació en Amposta (Tarragona) en 1942. Durante sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Barcelona, Chordà comenzó a experimentar con representaciones pictóricas de esa sexualidad. A pesar de haber recibido una educación tradicionalista católica, buscó explorar y expandir las concepciones tabúes de la mujer descubriendo el cuerpo, tratándolo como un paisaje y generando nuevas referencias para significar la feminidad.

A los veintiséis años fundó el local «Hogar» en Amposta, donde se realizaron conciertos de la Nova Cançó y actos de reivindicación social y cultural, que coincidieron con el final del periodo franquista. En Barcelona, fue cofundadora y gestora del espacio Lsal un Bar/Biblioteca/Editorial Feminista que se convirtió en un lugar de ocio, acogida e intercambio cultural para muchas mujeres, que estuvo activo entre 1977 y 1979. Más tarde, junto a Contxa Llinàs, más conocidas como Las Pumas, recrearon y mantuvieron el espacio hasta el 2009. También participó activamente en la lucha por la recuperación de aquel espacio y el legado, que hoy es conocido como Centro de Cultura de Mujeres Francesca Bonnemaison.

En la década de 1960, cuando aún no se había producido la revolución del arte feminista en Estados Unidos ni en el ámbito anglosajón, Chordà comenzó a pintar genitales en lo que ella definió como un lenguaje no figurativo, una estética entre la abstracción y la fotografía del primer plano.

La gran vagina (1966)

Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

En su obra “Coitus Pop” de 1968, describe el acto sexual con lo que puede parecer una pintura de carácter abstracto, pero que queda al descubierto por su título. Las formas y los colores nos remiten al sexo femenino y al masculino; un coito, en el que las líneas y los colores, rotundos e intensos, juegan con nuestras percepciones y nuestro subconsciente de forma irónica y festiva insinuando un erotismo que se muestra casi como un paisaje.

Precisamente, al tratar el cuerpo como un paisaje, Chordà lo despoja de cualquier subjetividad o sentimentalismo y se manifiesta con fuerza sobre la representación estereotipada de las mujeres.

La pieza “Gran vagina” de Mari Chordà de 1966, supone la culminación de un proceso artístico sobre la representación visual de la feminidad desde una perspectiva fisiológica. A partir de 1964, comenzó a explorar las formas de contrarrestar el voyeurismo inherente de muchas obras del arte pop norteamericano, que representan a las mujeres de manera poco realista e idealizada.

Vaginals (1966) 

Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

La Tate Modern de Londres eligió “La gran vagina “ y “ Coitus pop” para la muestra colectiva «The World goes pop” del 2015, una exposición en la que se mostró que el movimiento pop nunca fue solo una celebración de la cultura de consumo occidental, sino que a menudo fue un lenguaje internacional subversivo de protesta, un lenguaje que es más relevante hoy. Esta participación supuso su reconocimiento en el mundo del arte a gran escala y como consecuencia cuatro de sus obras forman parte de la colección del Museo Reina Sofía de Madrid.

Al margen de la obra pictórica también tiene varios libros de poemas y cuentos publicados.

Primero la hormiga dijo: ‘sácame de encima esta pata enorme’. El elefante dormía y ella hizo un túnel. Aquí comenzó la más increíble cultura subterránea.

Mari Chordà es una de las personalidades más eclécticas del movimiento feminista español, participando activamente como artista, poeta, editora, guionista y cofundadora del legendario bar / biblioteca / editorial feminista “laSal”. Es sin duda una artista multidisciplinar que ha dedicado toda su vida a luchar por la igualdad entre hombres y mujeres.

https://es.wikipedia.org/wiki/Mari_Chord%C3%A0

https://conlaa.com/coitus-pop-mari-choda/