Retrato de Isabel de Borbón.María Eugenia de Beer se desconoce la fecha y lugar de nacimiento, aunque lo hizo presumiblemente en Madrid, pero artísticamente fue activa entre 1640 y 1652. Fue hija de Ana de Sonz y del pintor Cornelio de Beer, de la que también fue discípula.

Discursos espirituales de Juan de Palafox y Mendoza

Retrato de Isabel de Borbón (1641)

Al igual que en el caso de otras mujeres pintoras de la época como Josefa de Óbidos, escultoras como La Roldana o grabadoras como Ana Heylan, su actividad profesional se explica por su pertenencia a familias de artistas, con las que aprendieron los principios del oficio y en cuyos talleres desarrollaron su técnica.

Consta que en noviembre de 1641 contrajo matrimonio con Nicolás Merstraten, de origen flamenco, quien recibió una dote de mil ducados, una parte de esa suma se hizo efectiva en metálico y otra parte en ajuar, joyas y setenta y siete pinturas curiosamente sin mención de autoría.

De Beer realizó al menos sesenta y ocho grabados, sin embargo, gran parte de ellos se concentra en dos grupos numerosos: treinta en los “Exercicios de la gineta al Principe nuestro señor D. Baltasar Carlos”, de Gregorio de Tapia y Salcedo (1643) y veinticuatro en el “Cuaderno de aves”, realizado para el príncipe Baltasar Carlos, obra de la que solo se conoce un ejemplar en la colección del Banco de España, que puede ser fechada hacia 1637-39, por lo que sería la primera obra de la artista.

Annales tractatus iuris de aetate ad omnes humanos actus requisita

Retrato de Diego de Narbona (1642)

Anteriormente a su matrimonio también realizó la portada alegórica del “Sumo sacramento de la fe”, obra del jesuita Francisco Aguado, impresa en Madrid por Francisco Martínez, y la del “Tomo Segundo de los opprobios q(ue) en el árbol de la cruz oyó Xro. q(uan)do dixo las siete palabras» de fray Francisco de Rojas. En “Dedicado al conde duque de Olivares”, la portada calcográfica, poco convencional y de compleja iconografía. Donde enmarcados en óvalos realizó los retratos del rey Felipe IV, del príncipe Baltasar Carlos, llamado «princeps pacis», y del conde duque, unidos los tres por una rama del árbol, con la inscripción: «Facit hic utraque unum».3​

 Portada de Sumo sacramento de la Fe ... (En Madrid : por Franco Martinez, 1640) [BH FLL 1181], firmada D. Mª Eugª de Beer fe.Del año siguiente es el frontispicio de los “Discursos espirituales de Juan de Palafox y Mendoza” de 1641, con el retrato de la reina Isabel de Borbón en óvalo flanqueado por los retratos de santas Isabel de Hungría e Isabel de Portugal. Entre sus láminas grabadas, sobresale el retrato de Diego de Narbona que figura en «Annales tractatus iuris de aetate ad omnes humanos actus requisita» de Tomás Tamayo de Vargas (1642). Es la obra maestra de la autora, en la que se ha destacado la profundidad psicológica, la delicadeza y la acertada volumetría de la figura. Además, fue realizada en colaboración con uno de los mejores pintores del momento Juan Bautista Maino, autor del dibujo.

Sumo Sacramento de la Fe. Tesoro del nombre christiano (1640)

Los expertos suponen que la artista, como madre de familia a cargo de su hijo y con su marido ausente, se trasladó a Francia y hubo de abandonar la profesión. Aunque sus últimas dos obras están datadas hacia 1650 y 1652, estas fechas se refieren a la edición de los libros por lo que podríamos pensar que los grabados son anteriores.

María Eugenia de Beer fue un caso único en la Corte española de la primera mitad del siglo XVII. Está considerada como una de las primeras grabadoras y casi toda su producción se conserva en la Biblioteca Nacional de España. Su condición de mujer en el panorama artístico del momento supone un elemento excepcional. Sus obras tienen la peculiaridad de estar firmadas anteponiendo siempre el título “doña”.

https://www.descubrirelarte.es/2018/03/08/maria-eugenia-de-beer-la-primera-grabadora-de-la-corte-espanola.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Eugenia_de_Beer#Bibliograf%C3%ADa