Rosalba Carriera nació en Venecia (Italia) en 1675, su familia provenía de la baja clase media y de niña comenzó su carrera artística realizando patrones de encaje para su madre, que se dedicaba a este comercio.

Autorretrato. Invierno (detalle) (1730/1731)

Colección Gemäldegalerie Alte Meister

Los visitantes extranjeros destacados que acudían a Venecia, jóvenes hijos de la nobleza en su «gran viaje» y diplomáticos, rivalizaron por ser pintados por Rosalba. Entre los retratos de este primer periodo, se encuentran los de “Federico IV de Dinamarca”, los de las doce damas más hermosas de la corte veneciana, la «Artista y su hermana Naneta» y “Augusto el Fuerte de Sajonia” quien adquirió una amplia colección de sus pasteles.Con la popularidad del tabaco en polvo, comenzó a pintar miniaturas para las tapas de las cajitas de rapé con graciosas figuras femeninas y fue la primera pintora que usó marfil con este propósito. También fue la primera en utilizar esa técnica, lo que dio a sus miniaturas la luminosidad que caracterizan sus obras, e igualmente, fue la primera en no seguir las reglas académicas según las cuales una miniatura debía realizarse con trazos y puntos breves y bien amalgamados; en lugar de ello, Carriera utilizó el trazo veloz característico de la pintura veneciana. Gradualmente comenzó a pintar retratos, siendo pionera en el uso exclusivo del pastel para este fin.

En 1705, fue aceptada como accademico di merito por la Academia de San Lucas romana, un título reservado a los pintores no romanos, con la miniatura sobre marfil “Fanciulla con Colomba”.

En 1720 fue admitida en la Academia de Bolonia. Y al siguiente año, mientras estaba en París como invitada del gran aficionado y coleccionista de arte Pierre Crozat, pintó a Watteau, a toda la nobleza y a la realeza; desde el rey, hasta el regente. Por todo ese buen hacer fue elegida miembro de la Academia Francesa por aclamación. Sus hermanas Angela y Giovanna, aunque particularmente Giovanna, la ayudaron en la pintura,  para poder cumplir con los cientos de retratos que la encargaron.

Primavera (hacia 1725) Colección Hermitage Museum

​En la Corte de Viena retrató a varios miembros de la familia real y fue recibida con mucho entusiasmo por gobernantes y cortesanos.

También hizo un largo viaje a la corte del rey de Polonia, donde tuvo como alumna a la Reina. El rey reunió una amplia colección de sus obras que más tarde formaron la base de la gran colección de la galería Altemeister de Dresde (Alemania).

En Prideaux Place en Cornualles (Inglaterra) se conserva un retrato de Rosalba pintado por Humphrey Prideaux, en el que existe la leyenda de que escondió una carta de amor. Carriera tuvo muchos amigos masculinos, pero no llegó a casarse.

De la serie de autorretratos que se conservan, destaca el de 1740 que forma parte de las colecciones reales de Windsor. Los muchos autorretratos revelan un desarrollo psicológico y moral de la pintora, desde el que muestra la juventud y alegría del primero de 1709, conservado en los Uffizi, en el que se representa a sí misma mientras pintaba a su hermana, hasta el último de 1746, donde aparece envejecida y triste, que parece indicar su estado de ánimo poco antes de la operación sobre una enfermedad en la córnea. Sufrió dos operaciones pero no sirvieron de nada, hasta el punto de llegar a quedarse completamente ciega.

Retrato de Luis XV como Delfín, 1720-21.

Colección Gemäldegalerie Alte Meister

Sobrevivió a toda su familia, pasando sus últimos años en su pequeña casa en el área de Dorso-Duro de Venecia donde había transcurrido gran parte de su vida.

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