María Laffitte


María Laffitte y Pérez del Pulgar, Condesa de Campo Alange, nació en Sevilla 1902, recibió una educación refinada, propia de las familias españolas de clase alta que gozaban de una situación económica privilegiada. Una educación que, sin embargo, tenía un único objetivo: prepararla para su futuro papel como esposa y madre. Cumpliendo ese objetivo se casó con José Salamanca, Conde de Campo de Alange y se trasladó a Madrid. Será en la capital donde desarrolló su labor como defensora del sexo femenino.

Fue autodidacta, su única educación la recibió gracias a los libros que había aprendido a leer proporcionados por su niñera, pues en esos momentos estaba mal visto que una mujer fuera a la escuela, según contó ella misma. Con gran esfuerzo y empeño, la Condesa adquirió una gran cultura y lo demostró mediante la publicación de una serie de estudios, sobre todo dedicados a la figura de la mujer.

Con la llegada de la República, la familia, claramente monárquica, se trasladó a París, donde María descubrió el arte pictórico de María Blanchard, una pintora prácticamente desconocida y que recientemente había fallecido. Decidió interesarse por la artista que acaba de conocer y cuya obra tanto le impresionó, por lo que comienzó a investigar y averiguar más detalles sobre su vida. A su regreso a España, aun conmovida por la obra de la pintora, decidió escribir y editar su libro“Maria Blanchard” que aun a día de hoy sigue siendo un referente de la obra de la genial artista, pero lo importante de esta obra no es tanto su narración sobre la artista, sino el texto de presentación, en el que realizó unos “Comentarios sobre la pintura moderna”, donde se pueden ver las ideas de la autora sobre el arte nuevo,  dado que la pintura contemporánea no era aceptada fácilemente.

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A partir de esta obra, editada por ella misma, se presentó en sociedad como escritora que se consolidó en el año 1948 con la publicación de “La secreta guerra de los sexos” en la que supo separa lo público de lo privado y hablar de la historia escrita por los hombres y de la vivida por las mujeres. Un volumen de marcado y sorprendente carácter feminista por la época en la que se escribe, pero también por la elevadísima posición social de Laffitte. A pesar de las críticas de los intelectuales de la época, que nunca perdonaron que la palabra sexo estuviera en el título de la obra, obtuvo un notable reconocimiento y colaboró estrechamente con los más importantes intelectuales de la postguerra, como Eugenio D’Ors, José Ortega y Gasset o Gregorio Marañón.

Volvió a la crítica de arte en 1953 con la publicación “De Altamira a Hollywood, metamorfosis del arte” obra en la que, entre otros aspectos, relacionó la influencia de la ciencia en diversas manifestaciones de la cultura como la pintura en particular y el arte en general. Por ejemplo, el influjo de Darwin en Zola o de la visión celular en la obra de Miró. Consideró en esa obra a la plástica como una escritura de expresión de emociones, de intuiciones, que, utilizando la vía sensorial, conserva intacto el valor inicial del color y la forma.

Fue miembro activo de la Academia Breve de Crítica de Arte, Vicepresidenta del Ateneo de Madrid y miembro de la Academia de Bellas Letras de Sevilla. Maria Laffitte es la pionera del feminismo filosófico o intelectual en España, anterior a la Simone de Beauvoir. Sus ensayos e investigaciones sobre la mujer y la feminidad han tenido una enorme profundidad y revisten una permanente actualidad. Preocupada por la situación de parálisis intelectual y profesional de las mujeres españolas a partir de la guerra del 36, creó un Seminario de Estudios de la Mujer donde quiso «despertar las conciencias especialmente somnolientas de las mujeres españolas». Más adelante y con este mismo objetivo, el seminario editó varias obras colectivas y un trabajo titulado “La mujer española: de la tradición a la modernidad (1969-1980)” que la misma María prologó.

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A María se le debe también la reivindicación de una de las mujeres más importantes en el derecho español, cuando publicó la biografía de Concepción Arenal en 1973.

La reciente reedición de su libro más destacado “La secreta guerra de los sexos” ha devuelto a la escritora y crítica al lugar destacado que merece. Tres ediciones tuvo esta obra, a la que Eugenio d’Ors dedicó 10 de sus glosas, no muy amables, por cierto, pero testimonio del estruendo que causó en la silenciada vida española de entonces.

María Laffitte, Condesa de Campo de Alange falleció en Madrid en 1986.


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