Nació en Ciudad de México (México) en 1954. Estudió la licenciatura de Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de México (ENAP) y obtuvo la maestría en Sociología del arte en el Goddard College de Estados Unidos. Participó en un taller en el Woman’s Building en 1976 y estudió en el Feminist Studio Workshop del Woman’s Building en Los Ángeles, California, entre 1978-1980, donde fue alumna de Suzanne Lacy.

Desde el inicio de su carrera Mayer ha sido una artista inconforme con las definiciones del arte.Inquieta, crítica y poseedora de un fino sentido del humor que aplica en todos los campos de su producción, ha desarrollado un enfoque integral en el que, además de performances, dibujos o intervenciones, considera como parte de su producción artística el escribir, enseñar, archivar y participar activamente en la comunidad.

En el año 1989, creó con Víctor Lerma el proyecto de arte conceptual aplicado “Pinto Mi Raya” cuyo eje es un archivo hemerográfico especializado en artes visuales y políticas culturales que entre 1991 y 2016 reunió cerca de 40,000 críticas, crónicas y reseñas. El objetivo del proyecto es lubricar al sistema artístico para que funcione mejor, por lo que también han realizado diversas acciones y performances involucrando a protagonistas del sistema artístico, entre ellos “El Balcón del CENIDIAP”, “De Crítico, artista y loco…”, “El Mejor Amigo de los Museos”, “Abrazos”, “Yo no celebro ni conmemoro guerras” y “Dualidad virtual”. Asimismo, han conducido programas de radio y han participado activamente en distintas luchas de la comunidad artística. También imparte diferentes talleres. 

Fue miembro de la generación de 2011 del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México con el proyecto “De Archivos y Redes”

El tendedero (expuesto por primera vez en 1978). Reposición.

Las integrantes del Taller El Tendedero. 

Foto Valeria Marriot

Mónica Mayer hace uso frecuente del performance como puesta en escena artística, y de obra participativa como estrategia estética y política. Además tiene una amplia producción bidimensional a lo largo de su carrera que privilegia las técnicas de dibujo y collage.20​ La idea de hacer visibles los problemas que se generan en la vida cotidiana de las mujeres tiene gran impacto en el trabajo de Mónica, que no sólo es precursora del arte feminista en México, sino también lo es en América Latina.21​

Entre las obras más emblemáticas de Mayer, que ha tenido amplias repercusiones nacionales e internacionales está «El Tendedero», que fue presentada por primera vez en 1978 en una exposición colectiva en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México. Utilizando un soporte que se refiere a una actividad cotidiana asociada tradicionalmente con labores femeninas, la pieza invitaba a mujeres de distintos ámbitos a completar y colgar papelitos de color rosa con la frase: “Como Mujer lo que más detesto de la Ciudad es: …”, para abrir un diálogo sobre la violencia de género en el espacio público, contrastando experiencias y opiniones.

Mónica Mayer. Fotografía de Antonio Juárez en una performance del 2020

En octubre de 2016 el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México le entregó la medalla Omecíhuatl «por su destacada participación en la educación, las artes, la cultura y el deporte, que inspira e impacta en el desarrollo y empoderamiento de las mujeres». Ha promovido constantemente la visibilización de mujeres artistas, a través de la organización de exposiciones, la producción y difusión performática de su obra “Archiva: obras maestras del arte feminista en México” y también por medio de su participación en el consejo de MUMA, el Museo Virtual de Mujeres Artistas Mexicanas.

En 2021 publicó su libro «Intimidades… o no. Arte, vida y feminismo» (Editorial 17) con diversos textos (cartas, fragmentos de diario, artículos, textos para performances…) escritos recopilados por la autora desde la década de los setenta.

https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%B3nica_Mayer