Pauline Boty


Nació en Londres (Inglaterra) en el año 1938, en el seno de una familia de clase media y católica, que gobernaba un padre demasiado severo. En 1954 ganó una beca para asistir a la Escuela de Arte de Wimbledon que, pese a la desaprobación paterna, contó con el apoyo de su madre, que fue una artista frustrada.

Asistió a la Slade School of Fine Art y se diplomó en dos especialidades, litografía y diseño de vidrieras. En aquel entorno, era conocida como la «Bardot de Wimbledon» gracias a su parecido físico con la estrella del cine francés Brigitte Bardot.

Amplió estudios en la Escuela de vidrieras de la Royal College of Art entre 1958 y 1961. Pauline habría querido asistir a la Escuela de Pintura, pero fue disuadida porque la tarifa de la matrícula para mujeres era mucho más baja en aquel departamento.​ A pesar del institucionalizado sexismo en su universidad, los trabajos de Boty estaban entre los mejores del alumnado de su clase, y en 1960 uno de sus trabajos fue incluido en la exposición itinerante «Moderna Stained» organizado por el Consejo de Artes. Boty continuó pintando en su piso estudiantil en el oeste de Londres y durante este tiempo se hizo amiga de otros artistas pop emergentes, como David Hockney, Derek Boshier, Peter Phillips y Peter Blake.

Colour Her Gone (1962)

Mientras estudiaba en el «Royal College of Art» participó en numerosas actividades extracurriculares: Canto, danza, actuó en representaciones teatrales universitarias, publicó poesía en una revista estudiantil alternativa, y desarrolló su interés en el cine de la «nueva ola» europea.

Boty tuvo su etapa más productiva justo dos años después de graduarse en la universidad, cuando desarrolló un estilo experimental, mostrando gran interés por la cultura pop.. Su primera exposición colectiva fue «Blake, Boty, Porter, Reeve» en noviembre de 1961 en la A I A Gallery de Londres, exposición considerada como una de las primeras del Pop británico.

La primavera del siguiente año participó en la película documental “Pop Goes the Easel”.​ Pese a que el documental situó a la artista en el centro del movimiento del arte Pop británico, a diferencia de sus compañeros varones, no tuvo la  oportunidad de hablar directa e inteligentemente sobre su trabajo durante la película.​

A pesar de que la interpretación resultaba una actividad más lucrativa, Pauline se resistía porque la distraía de su actividad principal: la pintura. Pero fue animada para que siguiera actuando, porque además, se consideraba una carrera más convencional para las mujeres a principio de la década de los sesenta.​ En noviembre de 1962 apareció en la portada de The Scene, con un artículo dedicado a su trayectoria, que incluyó el siguiente comentario: las actrices a menudo tienen cerebros minúsculos. Los pintores a menudo tienen barbas grandes. Imagina una actriz sin cerebro que también es pintora y rubia, ahí tienes a PAULINE BOTY.​

Sunflower Woman (1963)

Fue la única artista Pop femenina en Gran Bretaña, lo que le dio la posibilidad de plantear temas como el sexismo, tanto en su vida, como en su arte. Sus pinturas tempranas fueron sensuales y eróticas, celebrando la sexualidad femenina desde el punto de vista de una mujer. Sus lienzos estaban pintados con fondos coloristas y a menudo incluyeron primeros planos de flores rojas que, presumiblemente simbolizaron el sexo femenino. También pintó a sus ídolos, como Elvis Presley, el actor francés Jean-Paul Belmondo, o el escritor británico Derek Marlowe como sex símbolos, al igual que a actrices como Monica Vitti y Marilyn Monroe, reciclando elementos de carteles, folletos publicitarios y fotografías de prensa.

En 1963 se casó con el agente literario Clive Goodwin. El apartamento de Boty siguió siento un lugar de confluencia de del mundo del arte, de la literatura y de la música, incluyendo a Bob Dylan (que Boty había traído a Inglaterra).

Sus pinturas se fueron haciendo más críticas con el tiempo.»Countdown to Violence» describe un número de acontecimientos contemporáneos que causaron gran impacto en su ánimo de artista, como el disturbio de Birmingham de 1963, el asesinato de John F. Kennedy y la Guerra de Vietnam.

Cinzano (1960/61)

En junio de 1965 Pauline estaba embarazaba. Durante el examen prenatal se descubrió un tumor y fue diagnosticada con cáncer. Rechazó someterse a un aborto y también se negó a recibir tratamiento de quimioterapia porque podría dañar al feto, pese a terrible dolor de su condición terminal. Continuó viendo a sus amigos e incluso dibujó a The Rolling Stones durante su enfermedad. Después de dar a luz a su hija, Katy (más tarde Boty) Goodwin, murió en el Real Marsden Hospital con tan solo 28 años.

Desgraciadamente, tras su muerte,  pronto se olvidó su nombre y fue sustituido por el de otros artistas de la época que tomaron el control del movimiento de arte pop en Londres, algunas de sus obras se perdieron y otras hoy forman parte de colecciones públicas y privadas.

Katy desde muy pequeña destacó por su gran inteligencia y personalidad. A fines de los 80, marchó a Estados Unidos para estudiar Historia del Arte en el Instituto de Artes de California. Allí demostró ser una estudiante tan excepcional que sus tutores le ofrecieron una beca para cursar estudios en escritura y bellas artes. Sin embargo, no fue así. La noche del 9 de noviembre de 1995, Katy tomó heroína en una fiesta y, al día siguiente, fue encontrada muerta en su cama. Tenía 29 años, uno más que su madre cuando falleció.

Después de la muerte de Pauline Boty sus pinturas quedaron almacenadas en la granja de su hermano y permanecieron olvidadas durante casi 30 años. Su trabajo se redescubrió en la década de 1990, se incluyeron en varias exposiciones colectivas y una gran exposición individual.

https://es.wikipedia.org/wiki/Pauline_Boty

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