Josefa Tolrà nació en Cabrils (Barcelona) en 1880 y es también conocida como “La Pepeta de Cabrils” o “La tía Pepeta”.

Josefa fue una campesina que vivió los duros años de la posguerra española a las órdenes de unos “seres de luz” que la guiaban como dibujante y que la convirtieron en la médium de este pequeño pueblo del norte de Barcelona. Ella se definía a sí misma como mediadora mecánica y dibujaba en estado de trance en papeles y libretas, a menudo superponiendo textos en catalán y en castellano (aunque esta lengua le era prácticamente desconocida).

En sus viajes místicos veía lugares en los que nunca había estado; escenarios que luego aparecían en sus dibujos. Es posible que estas evasiones le ayudaran a superar la pérdida de sus dos hijos varones, uno antes y otro durante la Guerra Civil. La muerte del segundo fue para ella especialmente traumática: la dejó muy trastornada y comenzó a tener alucinaciones auditivas.

Por suerte, alguien le recomendó que dibujara lo que la perseguía y de esta manera pudo canalizar sus miedos y convertirlos en algo positivo. Tenía por aquel entonces sesenta años y, aunque apenas pudo estudiar, escribía sin tener conocimiento de temas como la teoría de los colores, sobre Cristo, Napoleón o el poeta Verdaguer.1054

La vanguardia catalana de aquellos años se interesó por sus creaciones y llegó a exponer, siendo casi octogenaria, sus dibujos en la Sala Gaspar de Barcelona en el año 1956, una exposición para amantes de la clandestinidad y los laberintos del inconsciente. La muestra fue nocturna, privada y breve.

 “Dibujo escritura fluídica” (1954)

En aquella exposición se mostraron doce dibujos elegidos por el psiquiatra Joan Obiols, de diferentes técnicas y formatos, la mayoría de ellos bajo el título “Dibujo fuerza fluídica”, que mostraron una visión espiritual, con un especial misterio tanto iconográfico como de discurso.

Entre 1942 y 1959 esta clarividente de Cabrils realizó casi un centenar de dibujos, escribió e ilustró numerosas libretas, compuso poemas, transcribió textos, bordó mantones con diseños de filigranas, redactó una novela y atendió a sus vecinos como sanadora.

Adán y Eva (1957)

Colección MNCARS

Comisariada por Pilar Bonet, en el 2013 la Sala de Can Palauet de Mataró (Barcelona) le dedicó una exposición individual, con una amplia selección de su obra, algo que demuestra la lenta pero progresiva sensibilización que tiene lugar en España, sobre las manifestaciones artísticas inclasificables, excéntricas y excepcionales. En realidad, la obra de Josefa Tolrà ya había entrado en el Arte avalada por el interés que suscitó en personas del arte y la cultura como Tàpies o Brossa. De hecho muchas de las obras de la reciente exposición en Mataró forman parte de la colección del MNCARS.

Murió apaciblemente en 1959 iniciando su último viaje hacia los «seres de luz» que siempre le acompañaron. Su única hija, Maria Lladó, preservó el legado y la voluntad de no comercializar las obras.

Los dibujos son regalos de los ángeles de luz, ella sólo una mediadora entre los guías espirituales y el mundo físico, y por lo tanto se ofrecen como dádiva para disfrutar de tal escritura simbólica.

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https://josefatolra.org/tag/pilar-bonet/

https://elhombrejazmin.com/2015/04/josefa-tolra/

https://www.lavanguardia.com/cultura/20140115/54399151726/josefa-tolra-medium-artista.html