Montserrat Gudiol i Corominas nació en Barcelona en 1933. Fue hija del arquitecto y crítico de arte Josep Gudiol y creció en el seno de una familia donde el arte y la música constituyeron un elemento vital, necesario y cotidiano. Se formó en el estudio de restauración de pintura medieval de su propia familia y desde 1950 se dedicó a la pintura, una formación que completó en escuelas de Francia, Suiza, Inglaterra e Italia.
Montserrat Gudiol luchó desde sus inicios para encontrar un lenguaje pictórico personal, lejos de cualquier moda pasajera. La obra de la catalana representa, por encima de todo la belleza, que supo expresar con la maestría que obtuvo con una lucha intensa, con gran esfuerzo y con una incansable tenacidad
Sant Jordi (1974)
Sus óleos y dibujos revelan una fuerte personalidad, su capacidad de trabajo y su infinita ternura, pero también la extrema problemática del ser humano. Porque, en el fondo aparecen siempre unos silencios profundos, misteriosos, inquietantes, un emotivo afecto y también una cierta ansiedad, una indecible paz y una destacada angustia. Por este motivo, el diálogo de sus creaciones se enriquece y las hace fascinantes.
Los cuadros muestran un gusto por la fantasía, en donde el color y las figuras se funden en un mundo de misterio, dominado por personajes que muestran su interior, sus emociones y a veces su tristeza.
Su primera exposición individual tuvo lugar en el Casino de Ripoll (Girona) cuando solo tenía 17 años, a la que siguieron otras, tanto individuales como colectivas, en Cataluña, Madrid, Sevilla y Miami.
Su galería en España fue la histórica Sala Gaspar, donde realizó su primera exposición en 1962 con gran éxito y repercusión en la prensa de la época, una relación que se mantuvo hasta 1991.
San Benet (1980)
Su gran salto internacional tvuo lugar en el año 1964 a raíz de una exposición colectiva que recorrió distintos lugares de Estados Unidos durante dos años, titulada “A modern Spanish Paitings Seven Catalonian Artists”. A partir de entonces realizó exposiciones individuales en Johannesburgo (1967), Tokio (1974), Moscú (1979), Colonia (1981), Los Ángeles (1982), Nueva York (1982), San Francisco (1984), París (1995) o Londres (1995), entre otras.
Pareja (1985)
La pintura de Montserrat es muy apreciada por el gran público, sobre todo en Cataluña, gracias a tres obras que se convirtieron en iconos del arte catalán y que fueron reproducidas en muchas ocasiones: Sant Jordi (1974), que ahora cuelga en una de las paredes del Palacio de la Generalitat, un monumental Sant Benet (1980), que realizó para la abadía de Montserrat, y su Maternidad azul (1983), portada de La Vanguardia el día de Navidad de ese mismo año.
Sus obras forman parte de colecciones particulares nacionales e internacionales y de fondos de importantes museos. Recibió la Creu de Sant Jordi en 1998, fue la primera académica de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Jordi y también miembro del Real Círculo Artístico de Barcelona.
Montserrat Gudiol falleció en su ciudad natal en el 2015.
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