Nació en La Haya (Holanda) en 1961. Estudió en la Academia de Artes Visuales Minerva de Groninga y en el Instituto de posgrado Jan van Eyck de Maastricht. Toda su carrera está marcada por su admiración hacia las formas más clásicas del arte, especialmente por el periodo romántico y también por los retratos en el sentido formal del género.

Por medio de carbón, grafito, tiza, tinta, pintura al óleo y laca, realiza dibujos de gran formato, lo que hace que el trabajo parezca muy cercano. Sus obras son principalmente autorretratos y también de las personas que la rodean, inspiradas en su enorme colección fotográfica producida por ella misma y que guardan relación con el momento vivido, por lo que sus rostros pueden calificarse como retratos psicologícos.

Desde el debut de Strik en el mundo del arte, a finales de la década de 1980, la representación de personas ha ocupado el lugar más importante de su trabajo. Los rostros frontales, la apariencia disfrazada y recientemente las máscaras de gorila juegan un papel crucial en la intencionalidad de la obra de la holandesa.

“Los ojos en una obra de arte generalmente tienen un efecto extraño: atraen nuestra atención y dirigen nuestra mirada. Buscamos contacto visual”

Vista de sala de la exposición. Elly Strik. Fantasmas, novias y otros compañeros, 2014

 Fantasmas, novias y otros compañeros

MNCARS (2014)

El proyecto «Fantasmas, novias y otros compañeros» que pudo verse en el Museo Reina Sofía de Madrid en el 2014, trató sobre sus particulares obsesiones, al considerar que toda obra de arte trata de la memoria, siempre a través del cuerpo, lo único que poseemos y también nuestra principal herramienta de trabajo».

«La memoria puede ser personal y estar vinculada a lugares geográficos, pero también puede expandirse y vincularse a la historia del arte, de la humanidad o al cosmos»,

El recorrido de la muestra, de carácter intimista y en la que se incluyeron un centenar de obras, comenzó con una sala dedicada a Francisco de Goya, autor por el que la artista se muestra interesada, especialmente por sus espejos mágicos, también por su manera de entender con el dibujo la parte grotesca del ser humano, plasmada con una gran carga emocional.

En uno de los collages que se expusieron, combinó una boda de desconocidos con dos cuadros de Goya, un autorretrato y otro que mostraba unas velas, como una fusión en la que podría hacer pensar sobre el lado oscuro e iluminado de una misma persona. Pero la holandesa no solo trajo a Goya del pasado, sino que también se inspiró en la revolucionaria idea del desarrollo de los humanos de Darwin y la importancia del subconsciente, los instintos y los sueños de Freud.Vista de sala de la exposición. Elly Strik. Fantasmas, novias y otros compañeros, 2014

 Fantasmas, novias y otros compañeros

MNCARS (2014)

En su trabajo dialogan polos aparentemente opuestos, como lo son la monumentalidad y la intimidad, o la extrañeza ante uno mismo y el reconocimiento, con una obra en la que apela a las profundidades del inconsciente humano, en el que conviven lo animal y lo civilizado.

Según manifestó Manuel Borja-Villel, director del museo, en su trabajo se adivina un cierto elemento de alucinación muy relacionado con ciertas corrientes habituales en artistas de su lugar de origen, los Países Bajos.

Strik comenzó a trabajar con el historiador y comisario de arte suizo Jean Christophe Ammann en 1987, con motivo de una exposición conjunta en el KunstRAI en Amsterdam y hasta su fallecimiento siguieron colaborando en una serie de exposiciones y publicaciones.

Elly Strik actualmente vive y trabaja en Bruselas e imparte clases en la Real Academia de Artes Visuales de La Haya.

http://www.ellystrik.com/index_t_blue_pages/star_07.html

https://www.museoreinasofia.es/sites/default/files/notas-de-prensa/dossier_elly_strik_52de67747a1ce.pdf